La inauguración de los Juegos de París dejó a toda la comunidad gamer asombrada: nadie se esperaba que, durante la ceremonia, una persona misteriosa que hace referencia a Assassin's Creed apareciera por tanto tiempo sosteniendo la antorcha. Pero, habrá más de un televidente que se haya hecho la pregunta: ¿quién es realmente el personaje que se oculta debajo de la capucha?.
Arno Dorian en los Juegos de París
Claro, en la ceremonia nunca se reveló la identidad del misterioso hombre. Sin embargo, en redes sociales, Ubisoft ha mandado mensajes que dan a entender que se trata de Arno Dorian, protagonista de Assassin's Creed: Unity -justo la entrega de la franquicia que se desarrolla en Francia-.
Por ejemplo, contestando una publicación de los organizadores del evento donde preguntaban si la comunidad conocía a la persona debajo del atuendo, Ubisoft contestó que ese aspecto le resulta muy familiar, adjuntando una imagen de Unity:
Por si no fuera poco, en otra publicación, que se realizó paralelamente a que el personaje saliera en la transmisión, la desarrolladora francesa dejó el siguiente mensaje: "Estén atentos a los tejados de París: es posible que Arno esté observando desde arriba".
Esto nos confirma que, efectivamente, Dorian es la persona que se encuentra debajo de la capucha... aunque no parezca un atuendo oficial licenciado por Ubisoft.
¿Quién es Arno Dorian?
Como mencionamos, Arno Dorian es el protagonista de Assassin's Creed Unity, lanzado por Ubisoft en 2014. Nacido en 1768 en Versalles, Francia, Arno es hijo de un Asesino, aunque inicialmente desconoce su linaje. Tras la muerte de su padre y su adopción por una familia templaria, él vive una vida de lujo hasta que su mundo se desmorona con el asesinato de su padre adoptivo en 1789.
Este evento lo lleva a unirse a la Hermandad de los Asesinos, buscando venganza y justicia durante los tumultuosos años de la Revolución Francesa. Arno se destaca por su habilidad en el parkour -que, coincidentemente, muchos fans opininan que su juego tiene las mejores mecánicas en los tejados-, su destreza en el combate y su aguda inteligencia, convirtiéndose en un miembro clave de la Hermandad en uno de los períodos más caóticos de la historia francesa.
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