La lívida piel de Kratos es uno de los elementos que nos parecen indisociables del protagonista de God of War, pero lo cierto es que este color es solo una consecuencia de los actos del Dios de la Guerra en su época como simple mortal: así es, una trágica maldición que persigue al guerrero y la razón por la que su piel es de ese tono espectral.
La piel blanca de Thanos: un diseño marcado por la tragedia
Lo cierto es que el diseño de Kratos no siempre fue así. En un principio, el equipo de Santa Monica Studio consideró la idea de un personaje afrodescendiente con rastas sobre su cabeza, un concepto que terminaron descartando. Eventualmente, el diseño de Charlie Wen de un guerrero de piel pálida y tatuajes rojos fascinó a los desarrolladores, pero necesitaban una explicación narrativa para justificar su aspecto. De esta manera, desde el primer juego de God of War, la historia se encargó de darle sentido.
Antes de convertirse en el implacable Dios de la Guerra, Kratos fue un comandante espartano que, en su ambición por la victoria, vendió su alma a Ares. Como pago, el dios lo traicionó y lo llevó a masacrar, sin saberlo, a su propia esposa e hija. Devastado, Kratos quedó marcado de por vida cuando los oráculos de la aldea maldijeron su cuerpo, adhiriendo a su piel las cenizas de su familia asesinada.
Pero eso no era suficiente: su icónico tatuaje rojo, inspirado en una marca que su hermano Deimos tenía de nacimiento, completa la imagen de un guerrero que carga no solo su furia, sino también el peso de su tragedia: desde entonces, es conocido como el Fantasma de Esparta.

Como puedes ver, la tragedia es indisociable del Dios de la Guerra, además de ese lívido color. Ahora, cada que juegues con Kratos, independientemente de si son títulos clásicos o los nuevos juegos del personaje, te darás cuenta de que, aun en los tiempos de pelea o de inusitada diversión, el pasado sigue imparablemente al Fantasma de Esparta
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