En el mundo del cine y los videojuegos, hay anécdotas que parecen demasiado absurdas para ser ciertas, pero que terminan revelando los curiosos entresijos de la industria. Una de esas historias involucra a la legendaria comedia Superbad y a PlayStation, y recientemente fue revelada por Seth Rogen.
PlayStation no quería ningún tipo de vinculo negativo
La película, estrenada en 2007 y escrita por Rogen y Evan Goldberg, es recordada por su humor irreverente y su retrato hilarante de la adolescencia. Sin embargo, detrás de una de sus escenas aparentemente inofensivas, hubo una decisión corporativa bastante peculiar: Sony, la compañía detrás de PlayStation, prohibió que el personaje de Jonah Hill interactuara con una PS2 en pantalla.
Según Rogen, en una entrevista en la alfombra roja del SXSW, el guion original de Superbad incluía una escena en la que los personajes Evan (interpretado por Michael Cera) y Seth (Jonah Hill) pasaban el rato jugando videojuegos. En un principio, la intención era que ambos personajes usaran la consola juntos, pero Sony se opuso tajantemente a que el personaje de Hill tocara una PS2. ¿La razón? Según la compañía, el personaje de Seth era "demasiado vil" para asociarse con su hardware.
"El personaje de Jonah Hill, Seth, fue muy reprensible para el estudio. Dijeron algo como... hay una escena en la que [Cera y Hill] juegan videojuegos, y [Sony] dijo: Jonah no puede tocar una PlayStation. Dijeron: No podemos permitir que interactúe con nuestros productos como personaje, porque es un personaje demasiado vil", explicó Rogen entre risas.
Para quienes han visto la película, esta decisión puede resultar un tanto exagerada. Si bien Seth es un personaje grosero y desbocado, es una representación cómica de la adolescencia, y su comportamiento es parte del humor que convirtió a Superbad en un clásico del género. Pero Sony no quería que su consola estuviera en manos de alguien que consideraban "problemático" en pantalla, incluso si solo se trataba de un personaje ficticio.
Lo más curioso de todo es que el personaje de Seth estaba basado en el propio Seth Rogen en su juventud. "Pensé: ¡Está basado en mí! Es muy insultante", comentó Rogen, tomándose la anécdota con humor. Al final, para evitar conflictos con Sony, la escena fue modificada: en la versión final, solo Michael Cera interactúa con la PlayStation 2, mientras que Jonah Hill se prueba camisas en un intento desesperado de encontrar un atuendo adecuado para una fiesta.
Esta historia deja ver hasta qué punto los estudios de cine y las marcas protegen sus imágenes y cómo, en algunos casos, pueden llegar a decisiones que rayan en lo absurdo. La industria del entretenimiento está llena de acuerdos y restricciones sobre cómo pueden mostrarse los productos en pantalla: desde marcas de automóviles que exigen que sus vehículos no sean usados por villanos en las películas, hasta empresas tecnológicas que controlan cuidadosamente cómo aparecen sus dispositivos en manos de ciertos personajes.
En retrospectiva, el hecho de que Sony no quisiera que Jonah Hill tocara una PS2 en Superbad es una decisión bastante cómica, sobre todo considerando el tono irreverente de la película. Pero también es una muestra más de cómo la imagen de una marca puede ser tan importante para las compañías que prefieren evitar cualquier tipo de asociación negativa, por más mínima que sea.
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