Dragon's Dogma 2, el juego que nos hizo olvidar a Helldivers 2, es hermoso y horrible a la vez: reseña del RPG de Capcom que, contra toda lógica, debería ir por el GOTY

Dragon's Dogma 2, el juego que nos hizo olvidar a Helldivers 2, es hermoso y horrible a la vez: reseña del RPG de Capcom que, contra toda lógica, debería ir por el GOTY

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Dragons Dogma 2 Es Tan Bueno Que Nos Hizo Olvidar Helldivers 2 Resena Del Nuevo Rpg De Capcom Que Pese A Los Berrinches Debe Contender Por El Goty

Pocos hubieran imaginado, luego del estreno de GTA III, de vuelta en 2001, que 25 años más tarde, la categoría de mundo abierto se convertiría en una peste para la industria de los videojuegos. El problema no radica, precisamente, en esa estructura como tal, sino en el carácter desabrido y hueco que ha adoptado en tiempos recientes. Es precisamente en ese contexto que Dragon's Dogma 2 se yergue como una verdadera anomalía. En una industria plagada de mundos abiertos repetitivos, rigidos, empalagosos o ridículamente desafiantes, el juego de Capcom presenta una propuesta balanceada y espontánea que por virtud de esas dos simples características, puede maquillar sus cuantiosas -y en algunos casos graves- fallas.

Cabe acotar, antes de comenzar, que esto es un RPG de fantasía medieval. La comparación con GTA III sólo sirve para ilustrar un problema del mundo abierto como filosofía de diseño, pero en términos estrictos, Dragon's Dogma 2 guarda mayor similitud con Skyrim que con cualquier producto de Ubisoft o de Rockstar. Esta distinción es más pertinente de lo que crees, y es que como Skyrim, Dragon's Dogma 2 es un juego que, para los estándares de producción actuales, podríamos catalogar de ríspido. Si te dejas llevar por sus gráficos, su rendimiento o hasta por sus interfaces, te decepcionarás inmediatamente.

Dragon S Dogma 2 20240312190328 La corpulencia y estatura de tu personaje determinará su capacidad de carga y de recuperación de estamina.

La verdadera magia de Dragon's Dogma 2 yace en un diseño de mundo y mecánicas que encuentra un delicado balance entre incomodidad y recompensa, pero hace falta paciencia para dejar que el juego muestre su mejor cara.

Ni siquiera la trama abona algo sobresaliente a un título que típicamente sería mediocre pero que, como su predecesor, demuestra que la calidad de un juego no necesariamente es el resultado de la suma de sus componentes, sino de los valores que dan forma al concepto abstracto que denominamos "la experiencia de juego".

Dragon's Dogma 2 está lejos de ser perfecto.

En Dragon's Dogma 2 adoptas el rol del típico "elegido" o "ascendido", mote del que un farsante se ha valido para usurpar el trono de un reino medieval que ahora tú debes recuperar con el apoyo de tus aliados. No estamos ante un libreto de Christopher Nolan, como puedes apreciar, pero sirve para establecer uno de los primeros conceptos que distinguen a Dragon's Dogma 2 de otros juegos: los peones.

Dragon S Dogma 2 20240325224241 Un farsante ha usurpado tu lugar como el "ascendido" de este mundo. Tu deber es recuperar lo que te pertenece.

Nunca caminarás solo

El companion no reinventa la rueda en los juegos de rol, pero Capcom le da un sabor un poco distinto en Dragon's Dogma 2. Al primero lo creas tú, sube de nivel y tú gestionas su clase, así como su equipamiento. Este será tu principal aliado y no podrás dehacerte de él, a menos que muera. Hasta ahí, nada especial. Pero en Dragon's Dogma 2 puedes llevar contigo a otros dos acompañantes... peones mercenarios, digamos.

Dragon S Dogma 2 20240316073446 La fisura es una dimensión mística que aloja a varios peones, tanto creados por Capcom, como por la comunidad.

Como si de un mercado de traspasos de EA Sports FC se tratara, en este juego, los companions secundarios equivalen a futbolistas que debes de rotar constantemente, no sólo en aras de la variedad de estrategias, sino porque estos no suben de nivel y tienen virtudes que van más allá de su clase, y que necesitarás en determinados momentos... y después ya no.

Los peones pueden morir o hasta contraer enfermedades.

Independientemente de su clase, los peones en Dragon's Dogma 2 pueden tener una compulsión por el hallazgo de tesoros, por la cacería, por el acopio de recursos, la traducción, la curación o (una de nuestras favoritas) por encontrar caminos, donde no parece haberlos. Todo ello, independientemente de si son arqueros, hechiceros, ladrones, luchadores, magos o guerreros, que son las seis clases (básicas) disponibles, tanto para ti, como para tus acompañantes.

Merodeando por los caminos, encontrarás companions que, como samuráis sin amo, te ofrecerán sus servicios de manera repentina, abonando una pizca de naturalidad a un diseño, ya de por sí, suficientemente orgánico. Pero, regados por el mundo, encontrarás también pilares mágicos que te llevarán a la dimensión de los peones o "la fisura", lugar donde encontrarás un compendio de companions creados por Capcom o por otros jugadores... sus companions principales.

Dragons Dogma Companions Tus peones son todos bots y les puedes dar instrucciones colectivas básicas, como la de ir hacia un lugar determinado, permanecer juntos, asistirte o regresar.

Puedes recorrer la fisura -aunque se lea feo- o puedes, incluso, ver peones presentados a manera de lista, con el despliegue de sus características, pero también el conteo de likes de la comunidad, como si fuera Facebook... el Facebook de los furros con escudo. Basta un botonazo para invocar al peón seleccionado y ficharlo. Es una forma bastante singular, pero intrincada y satisfactoria de abordar un concepto que, de otro modo, resultaría trillado. Y lo mejor viene después: cuando los usas.

El resultado de todas estas piedritas en tu camino es el feeling de aventura.

Los peones pueden morir o hasta contraer enfermedades que se propagan por la fisura y llegan a afectar a tu grupo, conceptos, ambos, que inyectan frescura y una bienvenida sensación de incertidumbre al combatir, pues quizás tu peón favorito ha sido abatido y sientes la urgencia de ir a ayudarlo, aunque las circunstancias lo impidan. Tu peón yacerá agonizante por un tiempo limitado, luego del cual, lo habrás perdido (casi) para siempre.

Interfaz De Peon Tu peón personal progresará contigo y será el acompañante secundario de otros jugadores, mientras "duermes". Incluso podrás asignar misiones y recompensas a otros usuarios.

Que los companions encuentren cosas por ti no es nada nuevo, pero nos asombró que se detuvieran para quitar un obstáculo y abrir un camino que ni siquiera habíamos notado o que se echaran a los hombros a un compañero para sacarlo de peligro y traerlo ante nosotros, a fin de que pudiésemos revivirlo. Son conductas un poco atípicas.

Dicho eso, como otros aspectos del juego, el de los companions no se libra de sus imperfecciones, siendo la más común, los problemas de pathfinding, donde pides a a uno que te lleve a tu siguiente destino, y lo ves dar de vueltas sin sentido por algún tiempo o atascado detrás de una roca. Dragon's Dogma 2 está lejos de ser perfecto.

Un mundo de posibilidades

El gran mapa de juego de Dragon's Dogma 2 es un lugar muy incómodo. No todas las misiones aparecen marcadas en un lugar específico, no hay una línea que te diga por dónde ir -de ahí la importancia del peón guía-; el viaje rápido es costoso o limitado; si te sorprende la penumbra en el camino, enfrentarás el ataque constante de criaturas de la noche; si no llevas una antorcha no verás nada; los enemigos pueden ser colosales; si no duermes, hay una cuota de daño persistente; es imposible descansar sin acampar, pero el equipo de camping pesa y te hace más lento. En fin.

Dragon S Dogma 2 20240313203350 Dragon's Dogma 2 cuenta con un modo fotográfico básico y un poco rígido, pero existe.

"¡Qué fastidio!" -podrías pensar-, pero en la práctica, el resultado de todas estas piedritas en tu camino es el feeling de aventura a la hora de abandonar los confines relativamente seguros de las posadas -y no usamos la palabra "relativamente" a la ligera-. Salir al mundo es una odisea llena de imprevistos emocionantes, no sólo el trámite de seguir una línea, a sabiendas de lo que vas a encontrar en el camino y al llegar a tu destino.

Obviamente, el juego no se libera por completo de convenciones: cofres con loot, consumibles, ingredientes y enemigos que merodean ciertas zonas, sin que parezcan integrados en una dinámica "realista" a-la Red Dead Redemption 2, son un ejemplo. Pero para compensar por esta "rutina" -por llamarle de alguna manera-, existe un mundo sustancioso, con interacciones entre diferentes especies, encuentros azarosos con extraños, una cuota de verticalidad, infinidad de recovecos, cavernas y caminos alternativos a tomar, todos ellos ocultando sus propios secretos, personajes y desafíos.

Recompensa la exploración con algo más que sólo botín. (...) Es un mundo rico.

Encima, ese loot es esencial para una economía balanceada, donde jamás te sientes precisamente pobre, pero tampoco tan rico como para ignorar la exploración, y con ella, la posibilidad de dar con objetos de valor que seguramente estarán en ese lugar donde sospechas que existe algo oculto. Y si los dejas pasar, cabe la posibilidad de que un peón los recoja por ti.

La geografía, además, es intrincada. Por ejemplo, para cruzar de la primera zona de juego, caracterizada por un estilo europeo clásico, a la segunda, de corte oriental (Battahl), es preciso pasar por un retén medieval -una gran puerta de acero, enmarcada por una muralla de roca- y alcanzar cierto punto de la main quest.

Por más ducho que sea tu peón guía, si la puerta está cerrada, el tipo no sabrá que hacer. Existe, sin embargo, un sendero paralelo que te lleva por un atajo larguísimo, pero libre de aduanas. El único problema es que esta ruta está plagada de enemigos de gran tamaño, algunos de ellos que jamás habíamos visto. Es decir, Dragon's Dogma 2 es versátil y recompensa la exploración con algo más que sólo botín. Como bien encontrarás loot valioso en la siguiente cumbre, podrías dar con un nuevo tipo de enemigo, una nueva posada, un peón legendario, en fin. Es un mundo rico.

Dragon S Dogma 2 20240317182418 Un mundo de posibilidades.

Bola de montoneros

Además -y volviendo al tema de los companions- nunca caminarás solo. Como los futbolistas del Liverpool, siempre harás frente a la adversidad en compañía de tus fieles escuderos. Mejor aún, si por el camino merodean otros pobladores o va transitando una carreta con escolta, todos podrían verse enfrascados en la misma batalla contra un águila gigante, sin que exista garantía de que a ello no pueda sumarse un dragón o un minotauro para hacer las cosas todavía más locas. Supón que la misma escena ocurre de noche, con fantasmas y brujas añadidos a la mezcla, y tienes una buena idea de lo que hablamos.

Dragon Puente

Por su puesto, cada quien tendrá a su disposición una serie de habilidades particular, dependiendo de su clase, empezando por ti. Cada clase ofrece una serie de destrezas básicas, aderezadas con poderes especiales -de los cuales puedes llevar sólo cuatro- y una serie de perks. Aunque luchador y guerrero, mago y hechicero, llegan a superponerse en ciertas funciones, en términos generales, una clase brinda una experiencia muy distinta de juego, diferentes controles y una avenida de desarrollo propia. Así, alternar se siente como iniciar un nuevo juego, con la emoción de abordar la aventura de una manera profundamente diferenciada.

Así que a la escena antes descrita, puedes añadir rayos eléctricos, tormentas de nieve, flechas explosivas, tornados, espadas embullidas en fuego y tus típicas estocadas, para dar forma a un caos bellísimo, cuyo estimulante carácter pasa una leve factura al rendimiento (dependiendo de la plataforma).

Dragon S Dogma 2 20240317183306 El combate es caótico, espectacular y sumamente variado, dependiendo del enemigo y de tu clase.

El combate en sí mismo es algo muy singular también, y tiene dos dimensiones, una es la tuya (tu forma de combatir a los enemigos directamente) y otra es la de los peones. En medio yace la interacción entre tus facultades y las de ellos, que pueden llegar a complementarse de manera muy clara. Dos magos o hechiceros pueden agilizar la conjura de sus respectivos hechizos si ejecutan el mismo simultáneamente, un guerrero puede servir como trampolín para un ladrón, etcétera. Esto es algo que no se ve con mucha frecuencia y resulta refrescante.

Las misiones delatan muy poca inspiración

A diferencia de RPG's como Skyrim, precisamente, donde el combate es, a grandes rasgos, horizontal, en Dragon's Dogma 2, este también puede ser vertical, en otras palabras, ciertas clases son capaces de trepar a los enemigos y atacarlos cuerpo a cuerpo en un sentido muy literal. Esto sí que lo habrán visto los veteranos de Monster Hunter, pero para quienes jamás lo probaron, resulta innovador y hasta gracioso, pero también muy valioso porque existen criaturas con puntos débiles claramente designados, que resultan mucho más fáciles de atacar, cuando estás encima de ellas.

Los enemigos, especialmente las criaturas colosales, son el gran atractivo del combate, pues requieren el trabajo conjunto de varios actores, pero también tienen matices. Distribuida en bloques, la vida de estos pseudo-jefes se drena en capas y en el proceso, estos titanes pueden desfallecer momentáneamente, tambalearse y caer, no sólo por virtud de su paulatino agotamiento, sino también de embates específicos. El ladrón, por ejemplo, puede arrojar un lazo para intentar derribar al enemigo, mientras que el guerrero puede golpearlo en las piernas para hacerlo caer al tiempo que intenta, torpemente, mantenerse erguido.

Ciclope Cae Trepar y derribar enemigos gigantes son dos alternativas para combatirlos.

Y el terreno juega un rol, pues hay diques y puentes que, si destruyes, pueden inclinar la balanza de una gran batalla en tu favor. Nosotros no prestamos mucha atención a esta variable de combate, pero existe.

Todo esto por no hablar de la carne de cañón, que son los enemigos pequeños, ladrones, trasgos, lobos, harpías, lagartos, brujas, fantasmas, zombies y otras linduras que te mantendrán siempre al filo del asiento, y también tienen sus propias tácticas. Los lagartos son virtualmente impenetrables, por ejemplo, mientras que las harpías te pueden hipnotizar o, peor aún, levantar con sus garras para arrojarte donde se les antoje.

Una historia palomera

Y menos mal que el combate y el mundo son tan sustanciosos porque las misiones como tales, no lo son. Reconocemos que con 45 horas de juego, apenas estamos arañando la superficie de lo que Dragon's Dogma 2 puede ofrecer en varios de sus frentes, pero habiendo cumplido ya con decenas de misiones, es poco lo que podemos rescatar en materia narrativa, y eso abarca a la main quest.

Dragon S Dogma 2 20240317124211 Fyoran es uno de los personajes a los que más favores harás durante tu paso por Dragon's Dogma 2.

Para nosotros, un buen referente es, probablemente The Witcher 3, que por su setting es compatible con Dragon's Dogma 2. Hubo side-quests tan memorables que aún las recordamos, como aquella en la que una prometida muerta se había convertido, por la amargura de su novio, en una bruja que atormentaba a un pueblo completo, ocultándose en pozo seco; o aquella del bebé que murió prematuramente y se convirtió en una especie de querubín diabólico en busca de descanso; y qué tal aquella en la que, en el afán de proteger a una chica, Geralt y Vesemir, transformaban una taberna en carnicería, sólo para ser expulsados de la misma después.

Dragon's Dogma 2 no tiene nada de eso, cuando se trata de misiones, muchas de las cuales son los típicos favores (fetch quest)... favores que involucran largas distancias que se desquitan por lo impredecible del recorrido, pero no dejan de tener falta de ingenio como pretexto.

Una trama no sólo desangelada, sino también, lineal en lo general.

Con ello en mente, no sorprende que para nosotros hayan sido incluso peores aquellas tareas que no requerían más de un par de pasos para resolverse. Un niño, por ejemplo, nos sorprendió en las calles de una posada, pidiéndonos cierto medicamento que vendían, literalmente, en el negocio a sus espaldas. Desesperados, los moradores de un pueblo, acosado por lagartos, clamaron por nuestra ayuda, pero bastaron 10 pasos para llegar al lugar donde estaban las lagartijas... esperando. En contraste, otra misión nos obligó a cambiar a la clase arquero para hacer una supuesta demostración de disparo a un elfo en busca de inspiración. El recorrido fue relativamente largo, y al llegar, bastó con disparar dos veces para concluir con la misión.

Largas o cortas, las misiones delatan muy poca inspiración y ese es el verdadero problema.

Como si no bastara, las quests que requieren exploración (no tienen un destino específico marcado en el mapa, sino que abarcan un área) son un arma de doble filo, pues abonan a esa "incomodidad gratificante" de la que hablábamos hace unas líneas, en las que no todo es peladito y a la boca, pero pueden llegar a ser confusas y desesperantes, especialmente cuando se acumulan, dejándonte sin una ruta fija a seguir para tu siguiente recompensa.

Dragon S Dogma 2 20240323075721 Morris procedió a vendernos mercancía, inmediatamente después de recibir una de las peores noticias.

Y otro asunto que, al menos hasta nuestro punto de progreso resultó decepcionante fue la cuota de elecciones, de las cuales hemos tenido muy, pero muy pocas, dejándonos con una trama no sólo desangelada, sino también, lineal en lo general.

Lo técnico

Para el final dejamos el que, para nosotros, es el talón de aquiles de Dragon's Dogma 2: el apartado técnico. El juego de Capcom corre en el célebre RE Engine, pero con este juego queda de relieve que la magia no está en la herramienta, sino en quien la usa y, para qué la usa. En descargo de los desarrolladores, una cosa es emplear ese motor para un juego lineal como Resident Evil, y otra muy distinta es ocuparla para un masivo mundo abierto.

El referente aquí tiene que ser Red Dead Redemption 2 o Horizon, y contra semejantes titanes, Dragon's Dogma 2 no puede competir. Hay postales dignas del limitado modo fotográfico con el que el título cuenta, pero en términos generales, los senderos, bosques, desiertos, ríos y cascadas se perciben algo... básicos.

Aldeas Es en las posadas donde el juego más sufre con el rendimiento, y eso que no hay mucha gente.

Los interiores tienen el nivel de detalle esencial, los NPCs -incluyendo a los peones- repiten siempre los mismos diálogos, el trabajo de gesticulación y lip sync es pobre; la inteligencia de los acompañantes y los enemigos puede dejar a desear, con los típicos atasques o conductas erráticas; y la música sólo aparece cuando hay combate, pero nada como en Skyrim, donde la banda sonora era un personaje en sí misma.

Es una experiencia de bordes muy ásperos, pero cuyo núcleo es tan especial, que compensa por todo lo demás

Como ha quedado ampliamente documentado, Dragon's Dogma 2 sufre con el rendimiento. Nosotros jugamos en PlayStation 5 y el juego bajaba de los 30 cuadros por segundo en el combate, pero extrañamente, también en las posadas, a pesar de que la densidad de habitantes y sistemas era bastante baja. Nada que arruinara el juego, pero tampoco que pasara desapercibido.

Por si no bastara, Dragon's Dogma 2 impide la creación de múltiples personajes, así como la iniciación de una nueva partida... raro. El juego tampoco ofrece más de un archivo de respaldo, y la única alternativa de carga para la del último punto de salvado es la del último respaldo en una posada. Si oprimes esta opción por accidente, podrías perder horas de progreso, como también lo harás si ese archivo se corrompe. Cero que reportar en términos de crasheos, pero todo lo que acabamos de describir te deja rascándote la cabeza.

Que Dragon's Dogma 2 sea punitivo en su sistema de respaldo para ser congruente con el carácter incómodo -de grandes riesgos y grandes recompensas- del resto del juego es algo que podemos llegar a entender. ¿Por qué no te deja crear una nueva partida? Eso sí no parece tener una explicación que valga. Como tampoco la tiene la presencia de microtransacciones, cuya única atenuante es el hecho de que, al no ser un juego competitivo, Dragon's Dogma 2 no te pone en una situación desventajosa al no invertir en ellas. Al revés, mucho de lo que está a la venta, diluye el esfuerzo y, por lo tanto, arruina el juego.

Al final del día, Dragon's Dogma 2 es exactamente igual a su menospreciado predecesor, tanto así que quedamos perplejos. Es una experiencia de bordes muy ásperos, pero cuyo núcleo jugable es magistral, lo suficiente como para compensar por todo lo demás. Es una verdadera aventura de fantasía que, tras 40 horas todavía tiene mucho por ofrecer y que estamos ávidos de descubrir. Con todo y sus múltiples defectos, este es un juego que definitivamente vale la pena.

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