Hace solo unos meses, Elon Musk, dueño de X, Tesla y Space X, voló a Beijing para hablar en persona con el primer ministro chino, Li Qiang, durante el primer gran Salón del Automóvil de Beijing, que tuvo lugar tras cuatro años de ausencia. Esta visita causó mucho revuelo en la industria automotriz y de la tecnología, sobre todo por las consecuencias posteriores a la reunión: China levanto las restricciones contra los autos Tesla.
China no es un país que se mueva con las reglas de la industria occidental, y mucho menos bajo la presión de las marcas provenientes de Estados Unidos. Actualmente, los requisitos de seguridad de datos para los vehículos conectados en China son sumamente rigurosos, y no se enfocan únicamente en los pormenores técnicos propios del auto, sino también en el uso del reconocimiento facial y la transparencia de datos personales.
Hasta antes de la reunión entre Elon Musk y Li Qiang, Tesla había enfrentado muchos desafíos relacionados con temas relacionados a la recopilación de datos de los usuarios por parte del fabricante, proveniente de Estados Unidos. Por otro lado, Tesla sigue enfrentando el reto de lanzar su tecnología Full Self Driving (para conducir de forma automática) en China, pero ese debate seguirá abierto ante la complejidad de su naturaleza.
En conclusión, la visita de Elon Musk a China permitió un avance en la colaboración del gobierno y el avance de la tecnología y la industria automotriz. Por supuesto, todavía hay muchos temas que regular, en donde la adaptación de Tesla a las condiciones de la región serán claves para el crecimiento de la marca.
Vía | Xataka México
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