Ojalá los seres humanos fuéramos un poco más longevos. Piénsalo: podríamos conocer más del mundo, disfrutar más de quienes amamos y por supuesto dejar un mejor legado. Si así fuera, en 2023 el profesor John Ronald Reuel Tolkien habría cumplido 131 años y de tan sólo pensarlo estamos seguros de que a muchos se les está enchinando el cuero, ¿te imaginas todas las historias que hubiera escrito o terminado? Desafortunadamente, la realidad es mucho más fugaz y la vida de Tolkien terminó a los 81 años.
Desde entonces, los que vivimos enamorados del mundo creado por el profesor añoramos que alguien, ya sea una productora de cine o un estudio de videojuegos, siga tomando su trabajo como fuente de inspiración para crear una buena experiencia dentro de la Tierra Media. Afortunadamente hubo un grupo de desarrolladores que levantó la mano y comenzó a trabajar en un nuevo proyecto.
Así es como los amigos de Daedalic Entertainment anunciaron en 2019 The Lord of the Rings: Gollum. Y después de algunos problemas de desarrollo y hasta cierta controversia, Daedalic por fin logró lanzar su juego de Gollum:c ¿es un juego con el que Tolkien hubiera estado contento? ¿Es una carta de amor para Sméagol? ¿Vale la pena? Será mejor que traigas “tu precioso” bien preparado porque aquí te lo contamos.
Maldito Bilbo Bolsón
Iniciemos este viaje con el segundo desayuno, o mejor dicho con una pregunta que te abrirá el apetito, ¿de qué carambas trata The Lord of the Rings: Gollum? Como su nombre lo indica, este título está enfocado en la historia de Gollum e intenta dar respuesta a la pregunta de ¿qué fue lo que pasó con ese personaje después de que Bilbo le “robó” el anillo único? Para ello, podríamos decir que el juego se divide en dos partes: la primera que cuenta cómo es que Gollum escapa de las mazmorras de Barad-dûr en Mordor; y la segunda parte que nos muestra cómo es que Smeagol terminó en las Minas Moria.
Mell y Gollum tienen una extraña relación.
Ahora sí. Todo inicia cuando Aragorn captura al protagonista y lo entrega a los elfos de Mirkwood -o como nos gusta llamarle en español el Bosque Negro- en donde el pequeño amigo le cuenta a Gandalf que Bilbo le robó el anillo y todo lo que vivió en Mordor hasta el momento de su escape. Luego viviremos en carne propia lo que Gollum tuvo que hacer para escapar del reino de Thranduil hasta terminar muy cerca del portador del anillo en Minas Moria.
El área de oportunidad que hay para contar qué sucedió entre El Hobbit y La Comunidad del Anillo se siente muy desperdiciada.
Desafortunadamente, la trama de Gollum está muy lejos de ser interesante. De hecho, desenmarañar el relato del juego puede ser muy tortuoso y sumamente aburrido, especialmente en las primeras horas de juego. Quizá la cosa mejora un poco cuando Gollum conoce a Mell, una elfa ciega con la que inicia una especie de amistad, pero en general la trama no aporta nada a lo que casi todos conocemos sobre el personaje. Es verdad que hay momentos que te robarán el aliento, pero creemos que se olvidarán con facilidad.
Siendo en extremo honesto, el área de oportunidad que hay para contar qué sucedió entre estos dos eventos - El Hobbit y en La Comunidad del Anillo - se siente muy desperdiciada en este juego.
¿Qué cosa es eso, precioso? ¿Qué son patatatas?
Ahora y como siempre decimos, ¿cómo se juega The Lord of the Rings: Gollum? Estamos frente a un título de acción y aventura en tercera persona en el que el sigilo juega un papel en extremo importante. Controlar a Gollum no es complicado: hay un botón para correr, otro para escalar, otro para andar con sigilo, un par más para arrojar rocas y uno para activar una visión “detective” que te permite tener un poco más de claridad sobre tus objetivos. El mapeado del control no es ningún problema, pero hay muy poca satisfacción al momento de realizar alguna acción. Claro, los movimientos de Gollum no deben de ser precisamente elegantes, pero sí resultan muy acartonados, lo que se traduce en un gameplay tosco.
El alma del juego es resolver acertijos y evadir enemigos
El alma de juego es resolver acertijos y evadir enemigos utilizando el escenario y ahí sí debemos darle un pequeño aplauso al equipo de Daedalic porque los acertijos tienen buen sazón y la verticalidad del mundo hace que sea agradable trepar y meditar brevemente cómo es que puedes llegar a cierta área. Sin embargo, todo se echa a perder por los errores de programación que consumen la barra de estamina -que sólo se activa al escalar, correr o nadar- de manera gratuita, lo que da como resultado que caigas al vacío y mueras.
La doble personalidad del personaje se transformó en una mecánica de toma de decisiones.
Por otro lado, el uso de la violencia en Gollum es bastante congruente con el personaje. A lo largo del juego no encontramos algún enfrentamiento directo con los orcos, de hecho, fueron muy pocas las veces en las que pudimos estrangular a uno para quitarlo de nuestro camino. Nuevamente, la esencia del juego es el sigilo, así que pobre de ti si un orco te detecta: tendrás que reiniciar la partida en tu último punto de control. Dicho esto, si estás esperando ver algo de acción épica dentro del juego, lamentamos decirte que no, aquí no es. El juego es más como una aventura narrativa que un título de acción y aventura.
Uno de los detalles que más nos gustó del juego fue que la doble personalidad del personaje se transformó en una mecánica de toma de decisiones, es decir, en algunas ocasiones Gollum tendrá que convencer a Sméagol, o viceversa, de tomar una decisión que afectará el desarrollo del juego y que podrás ver con claridad al final del mismo. Nos parece que si el estudio hubiera explorado más la bipolaridad del personaje para transformarla en dinámicas de juego, el título pudo haber tenido un sabor mucho más sabroso.
En general el estilo de juego de Gollum deja mucho que desear. Nos da la impresión de que hubo una clara intención de retratar al personaje como lo que es: un ser de buen corazón con doble personalidad y una enorme fragilidad, pero lo llevan mucho más lejos al punto de transgredir el gameplay convirtiéndolo en una actividad aburrida.
El amo nos traicionó
Pasemos a lo que realmente nos entristeció de The Lord of the Rings: Gollum, su apartado gráfico. En su momento, nos pareció que el juego tendría un apartado estético impresionante con un manejo de la luz que nos encantaría a todos y tenemos buenas noticias: Daedalic logró crear entornos asombrosos que te dejarán maravillado, pero lastimosamente esto es muy inconsistente. Digamos que de lejos se ven impresionantes, pero ya que empiezas a explorarlos con un poco más de atención te darás cuenta de que no son tan hermosos. Es como pedir una hamburguesa que se ve imponente en el menú y que al final te entreguen un pedazo de chancla entre dos panes.
Y claro, el estudio no la tenía fácil debido al impresionante trabajo que ya existe sobre la obra de Tolkien, así que nosotros esperábamos que los amigos de Daedalic entregaran su propia interpretación, pero su versión de la Tierra Media no alcanzó a cuajar. A nosotros nos parece que su acercamiento fue más caricaturesco y se termina viendo como un diseño incongruente. El mejor ejemplo de lo anterior es el propio Gollum que no es ni aterrador, ni tierno, ni oscuro, simplemente es feo y ni hablemos del diseño de otros personajes importantes como Gandalf porque hasta nos vamos a enojar.
La Precious Edition del juego es un documento de alto valor para cualquier fan de Tolkien.
Ahora también nos encontramos con varios errores de programación y varios problemas de física que nos hacían caer de una cornisa cuando aparentemente estábamos justo en la orilla, o bien, no permitían que nos agarráramos de la saliente correcta para continuar nuestro camino, de verdad fue muy poco satisfactorio jugar como Gollum. Y a propósito nosotros estuvimos probando el juego en una PS5 y el juego se veía bien en 4K, pero con algunas caídas en la tasa de cuadros por segundo.
Por último, nosotros tuvimos acceso a la Precious Edition del juego, la cual nos daba acceso a una exhibición de arte, un compendio del lore, la banda sonora digital y los diálogos en sindarin -llamado también élfico gris- para los elfos. Todo esto es un documento con mucho valor para todo fan del trabajo de Tolkien. Sin embargo, con todos los problemas del juego, este aporte digital se ve opacado. Quizá la música debió lucir un poco más, porque de pronto simplemente pasaba a un tercer plano o ni se escuchaba.
Gollum es una especie de gelatina que no terminó de cuajar
¿Lord of the Rings: Gollum vale la pena?
Con un apartado narrativo aburrido, un gameplay con buenas ideas pero una ejecución bastante pobre y un apartado estético que no logra encontrar su propio lugar dentro de las interpretaciones del mundo de Tolkien creemos que no, The Lord of the Rings: Gollum no vale la pena. Piensa que el juego es una especie de gelatina con muchos sabores que no terminó de cuajar y que se convierte en una natilla con un sabor extraño y una muy mala presentación. Si después de unos meses lo encuentras con un muy generoso descuento o si lo quieres sólo porque es algo de El Señor de los Anillos, puedes tenerlo no como un videojuego, más bien como una pieza de colección.