Tuvieron que pasar 13 años para que los fans de Prince of Persia tuvieran en sus manos un nuevo juego, y vaya que fue un retorno que nos impactó, pues estamos de vuelta en un mundo 2.5D al estilo puro con el que comenzó la saga en 1989. Así es Prince of Persia: The Lost Crown, el nuevo metroidvania de Ubisoft que busca elevar esta perdida franquicia de acción y plataformas al pilar del que se bajó tras numerosos descuidos. Nosotros tuvimos la oportunidad de explorar sus primeras horas, y te diremos si debería ser tu primera compra de 2024 cuando el juego aterrice el próximo 18 de enero en PlayStation, Xbox, PC y Nintendo Switch.
Sands of Time lo contó mejor
En Prince of Persia: The Lost Crown controlamos a Sargon, uno de tantos guerreros que forman parte del grupo de los Immortals, quienes trabajan día y noche por mantener la paz en un mundo lleno de disputa y búsqueda de poder y riquezas. Este grupo de héroes parece no tener problema alguno manejando la situación día con día, pero lo que Sargon y compañía ignoraron es que, justo debajo de sus narices, se planeó el secuestro del príncipe Ghassan, quien es llevado al Monte Qaf con intenciones aún desconocidas para nuestro protagonista. Es aquí donde la segunda bola en curva le cae a nuestros héroes, pues este Monte es famoso por ser un completo laberinto lleno de monstruos y otras amenazas sobrenaturales, un desafío que necesitará de suerte además de habilidad para completarse exitosamente.
Si bien la trama de Prince of Persia: The Lost Crown tiene un comienzo prometedor, no tarda en volverse monótona y pasar a segundo plano; muchas de las escenas importantes se cuentan a manera de diálogos con imágenes estáticas de los personajes, y nosotros perdimos interés al cabo de unos minutos. Sentimos que el error de Ubisoft en este apartado fue intentar soltar un gran pedazo de la trama de un solo golpe durante los primeros minutos del juego, dejando poco para después, y aburriendo al jugador. Un acercamiento interpretativo por el jugador al estilo de los soulslike de FromSoftware habría funcionado mucho mejor para mantener fuerte el interés, en nuestra opinión.
Sargon no es precisamente memorable, pero cumplió como héroe de la historia
Dicho esto, la historia no es un completo desastre, y encaja dentro de lo que uno esperaría en un juego de Prince of Persia: historia, guerreros, misterio y sí, también manipulación del tiempo entran en la trama, sólo no esperes un seguimiento interesante como lo hizo Sands of Time años atrás.
Jugabilidad renovada que se hizo del rogar por muchos años
Lo que nos dio más gusto experimentar en Prince of Persia: The Lost Crown es su jugabilidad, y comencemos de una vez con lo que más nos fascinó durante nuestra sesión de juego: el género de plataformas que añejó como un buen vino tras haber pasado un buen tiempo en el limbo. Desde brincar, balancearte en vigas, trepar muros y hasta jugar con el tiempo para abrirte paso por pasillos y los numerosos acertijos que llegan uno tras otro, Prince of Persia: The Lost Crown es toda una maravilla para los amantes de las acrobacias. El movimiento es clave en este aspecto, y se nota que Ubisoft le dedicó sus buenas desveladas a perfeccionar la sensación de libertad que el jugador siente al momento de ejecutar comandos en el control y ver lo bien que se reflejan dentro del juego.
El combate es muy repetitivo, y se vuelve aburrido en poco tiempo
El combate, por otro lado, es sólo aceptable; aunque el juego ofrece varias mecánicas para ejecutar tus combos aéreos y otras funciones, la mayor parte del tiempo estarás apretando el botón de ataque como desquiciado, pues es la herramienta más sencilla para eliminar a los enemigos, y jamás sentimos la necesidad de ir más allá. La única satisfacción que sentimos fue al momento de dominar el parry que le da un giro a las batallas más complejas de forma inteligente, especialmente cuando algunos ataques del enemigo activan una secuencia única con todo y su animación para hacerte sentir un maestro del combate. Tristemente, estos momentos estuvieron muy contados en el segmento del juego que pudimos disfrutar, y no tuvimos muchas oportunidades de explorar las otras armas del juego.
Donde sí brillaron los combates fue en contra de los jefes, y es que siendo un metroidvania, no podíamos esperar menos de la adrenalina pura que nos presenta un enemigo aterrador en un plano en dos dimensiones donde la habilidad se reflejará en victoria o derrota. Ya sea conta un subjefe o frente a un enemigo de proporciones masivas como la Quimera, estas secciones de combate son las que le dieron la sazón a Prince of Persia: The Lost Crown y que nos habría gustado ver en el resto de sus batallas, o al menos con mayor frecuencia para no hacer de la exploración un martirio.
El combate contra la quimera nos encantó
Hablando del tema, todo experto del género sabe que un metroidvania respetable tiene un mapa enorme que esconde una infinidad de secretos, y Prince of Persia: The Lost Crown hizo un excelente trabajo impulsando búsquedas en todas las esquinas para obtener todas las recompensas posibles. En una saga donde los tesoros son parte esencial tanto de la jugabilidad como su historia, aquellos sedientos de conocimiento y poder la pasarán en grande explorando ruinas, bosques y más, un apartado que refuerza enormemente el movimiento fluido del que ya te comentamos.
Como detalle adicional, y siguiendo la tradición del género, una función que se nos grabó por su gran eficacia es la posibilidad de “marcar” zonas del mapa que aún no puedas explorar debido a la falta de una habilidad o poder, pero esto es más que poner un pin en el mapa, pues el juego te permite fotografiar el momento, y así puedes recordar con mayor precisión lo que aguarda en esa parte del mundo mientras sigues disfrutando la campaña principal.
Aunque el combate es tedioso, la fluida movilidad del juego arregla la situación
Progresión estilo RPG que no le queda nada mal a Prince of Persia
Siendo sólo un preview de sus primeras horas, no pudimos explorar a fondo las capacidades de Sargon, pero ciertamente nos llamó mucho la atención el acercamiento de Ubisoft: nuestro querido protagonista puede aprender nuevos ataques especiales y personalizar varias habilidades conforme avanza la historia, reflejando un sistema de progresión al estilo RPG que le quedó muy bien al juego, al menos durante el tiempo que jugamos. Si tu intención es dominar el parry y sacarle más provecho a la habilidad, puedes incorporar añadidos como regeneración de salud cada vez que bloqueas al enemigo, o si sólo quieres aventarte como loco con tu ataque básico, también puedes usar este sistema para beneficiarte de varias maneras.
Las misiones secundarias son la excusa perfecta para jugar más horas
Un último detalle que vale la pena mencionar es lo “extra” que ofrece el juego: a lo largo de nuestra sesión nos encontramos con un par de tiendas que buscan el tesoro que hallamos tirado por todos lados para intercambiarlo por pociones curativas y otros objetos de interés. Los NPCs, sin embargo, interactúan con nosotros más allá de un simple sistema de compra y venta, pues varios de ellos tienen misiones secundarias que podemos aceptar si buscamos un mayor desafío dentro del juego, y sí, vale la pena desviarte de tu aventura para conocer nuevos enemigos, acertijos y otros desafíos interesantes.
Prince of Persia: The Lost Crown sabe lo que quiere, pero necesita una pulida
En conclusión, Prince of Persia: The Lost Crown supo manejar muy bien varios aspectos, pero falló miserablemente en otros. Si la saga te interesó en primer lugar por su trama, lamentablemente aquí no hallarás lo que buscas, pues tienes muchos otros juegos ricos en historia que hacen un mejor trabajo que este nuevo lanzamiento, y terminarás decepcionado con el poco interés que tendrás desde los primeros minutos del juego. Dicho esto, no tuvimos la oportunidad de conocer los famosos plot twists que suelen llegar una vez avance más la historia, así que mantenemos las esperanzas en este apartado.
Prince of Persia: The Lost Crown cumple como un buen metroidvania
Si por otro lado lo único que buscas es un buen metroidvania con exploración, combate y todo lo que define al género, Prince of Persia: The Lost Crown te cumplirá sin complicaciones. No le damos el premio en ninguna de sus categorías pues sentimos que otros brillan más en cada uno de sus elementos, pero el resultado final nos entregó una combinación exquisita que supo hacer bien lo que debió hacer, y le da un aire fresco a una saga que se atrevió a regresar a sus raíces, a lo que te podemos decir desde ahora que sí, sí valió la pena regresar al 2D.
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