Desde su anuncio, Star Wars Outlaws ha captado la atención de los seguidores de la icónica saga creada por George Lucas, y no es para menos: este título promete ser el primer juego de Star Wars de mundo abierto, una propuesta que ha despertado la imaginación de millones de fanáticos que han soñado con explorar libremente la galaxia desde los años setenta. Esta promesa ha generado una ola de expectativas y especulaciones, especialmente en un público que, a lo largo de los años, ha demostrado tener fuertes opiniones sobre lo que Star Wars debería ser.
La comunidad de la saga es conocida por ser apasionada y, en muchos casos, crítica en extremo. A lo largo de las décadas, hemos visto cómo la respuesta a nuevos lanzamientos de la franquicia puede ser tanto entusiasta como mordaz. Desde las precuelas hasta las secuelas y los spin-offs, cada nuevo proyecto ha sido objeto de un intenso escrutinio por parte de los fanáticos, quienes buscan mantener la esencia de lo que hizo a la saga original tan especial, y con Star Wars Outlaws, la situación no es diferente.
A estas alturas algo es cierto: con Star Wars nunca se puede dejar complacido a todo mundo. Por ello, en un intento por ofrecer una experiencia única y memorable, el desarrollador Massive Entertainment ha optado por seguir un camino particular, alejándose de los personajes y eventos más conocidos de la saga para contar su propia historia. Es así que Star Wars Outlaws se posiciona como una aventura de saltos planetarios, llevando a los jugadores a través de diferentes mundos dentro del vasto universo de la franquicia, acompañado de una narrativa independiente que busca sumergir a los jugadores en la esencia y entresijos que se viven en la galaxia, permitiéndoles vivir su propia aventura sin las ataduras de las líneas argumentales previamente establecidas.
¿Pero ha logrado Star Wars Outlaws cumplir con las expectativas, o al menos, posicionarse como una propuesta fresca dentro de un universo que se siente cada vez más desgastado? Abróchate los cinturones, pues de nuevo viajamos a una galaxia muy, muy lejana para descubrir si vale la pena.
La vida de una ladrona intergaláctica
Star Wars Outlaws posee una narrativa inteligente y concisa. La historia comienza con Kay Vess, una ladrona novata que intenta abrirse camino en una galaxia dominada por el Imperio. Equipada con un bláster, un corte de cabello de los años setenta y acompañada por su leal mascota Nix, Kay es un personaje completamente distinto a los protagonistas habituales de Star Wars. No es un Jedi en entrenamiento ni un cazarrecompensas de renombre; no es El Elegido ni tiene un poder especial en la Fuerza. Es, simplemente, una humana más luchando por sobrevivir en un mundo donde la tiranía del Imperio es omnipresente.
La vida de Kay es la de Han Solo antes de conocer a Luke Skywalker y verse arrastrado a los eventos épicos de la Rebelión. Kay se dedica a robos menores y se mantiene al margen de los grandes conflictos galácticos. Sin embargo, todo cambia cuando un golpe sale terriblemente mal, y su nombre termina en la lista de los más buscados de la galaxia. Es a partir de este punto que la vida de Kay da un giro dramático, llevándola de su rutinaria existencia en un bar de Canto Bight a una travesía a través de una serie de planetas extraños y maravillosos.
Esta configuración hace de Kay Vess un personaje fascinante para explorar la galaxia. No se le presenta como un héroe predestinado o alguien en busca de grandeza. Su condición de fugitiva en apuros la convierte en una protagonista accesible y realista, permitiendo que los jugadores se identifiquen con su lucha por la supervivencia y su deseo de libertad. Después de robar una nave espacial, Kay gana la capacidad de viajar entre cinco mundos diferentes que están interconectados en su historia, brindando a los jugadores la libertad de explorar a su propio ritmo y descubrir los secretos ocultos de cada planeta.
Kay Vess en un personaje fascinante para recorrer la galaxia. Su lucha por la supervivencia y el deseo de libertad permiten que los jugadores se identifiquen con ella.
El escenario de Star Wars Outlaws se sitúa en un periodo crucial de la historia galáctica, entre los eventos de la quinta y sexta película de la saga. La galaxia está en convulsión: el Imperio ejerce un control opresivo, la Alianza Rebelde lucha por su libertad, y los criminales prosperan en las sombras. Este contexto ofrece una riqueza de oportunidades narrativas y de desarrollo de personajes.
A lo largo de su viaje, Kay se cruzará con diversos cárteles del crimen, y tendrá la opción de realizar trabajos para ellos, lo que le permite ganarse la vida en medio del caos. Estos trabajos no solo amplían la historia, sino que también proporcionan a los jugadores numerosas misiones secundarias que pueden ocupar horas de juego. Desde el primer planeta que se visita, los jugadores pueden explorar vastas áreas abiertas, investigar las intrigas de las ciudades y aceptar contratos de los cárteles locales, lo que nos permite darnos cuenta de cómo funcionan los niveles más bajos y cotidianos de la sociedad, de cómo le hace la gente de a pie para intentar sobrevivir en un mundo lleno de peligros y hostilidad, en un enfoque que ya había sido explorado en la serie de Obi-Wan Kenobi, y que ahora, en un videojuego, funciona de manera coherente y cohesionada.
Una de las características más destacadas de Star Wars Outlaws es la capacidad de viajar al espacio. La nave espacial de Kay, llamada la Caza Estelas (nombre que me ha parecido formidable) no solo es su medio de transporte, sino también una herramienta crucial en su misión de sobrevivir y prosperar en un universo peligroso.
La calidad de la escritura en Star Wars Outlaws también es digna de mención, consolidando el juego no solo como una adición digna al universo de la saga, sino también como una experiencia accesible y disfrutable para una amplia audiencia. Los diálogos y las situaciones que Kay enfrenta están cuidadosamente elaborados para reflejar la complejidad y diversidad del mundo que la rodea, proporcionando momentos de tensión, humor y emoción que capturan la esencia de lo que hace a la franquicia tan querida por millones de fanáticos en todo el mundo, y al mismo tiempo, la vuelve una maravilloso punto de acceso para alguien que quiera tener sus primeros acercamientos con la saga.
El sigilo y la reputación es la clave
Star Wars Outlaws ofrece un vasto universo por explorar, y aunque el espacio es un componente esencial del juego, donde los jugadores pueden pasar tanto tiempo como deseen, la mayor parte de la acción se desarrolla en planetas, lunas y estaciones espaciales. Estos entornos, aunque inicialmente neutrales hacia la presencia de Kay, rápidamente pueden volverse hostiles si se aventura en áreas restringidas. Y como Kay es una pícara de naturaleza, inevitablemente necesitará infiltrarse en estos lugares prohibidos, para lo cual tendrá que depender de su leal mascota Nix.
Nix es más que un simple acompañante adorable: es una herramienta esencial para la supervivencia de nuestra protagonista. Esta pequeña criatura, que es una especie de mezcla entre un ajolote y un hurón, tiene la capacidad de distraer a los enemigos, robar objetos e incluso activar interruptores a distancia, lo que facilita la apertura de puertas y escotillas sin que Kay se exponga. Aunque Nix puede atacar a los enemigos, su función es más una distracción que un ataque directo. Además, Nix ofrece la habilidad de localizar enemigos, al detectar su presencia a través de paredes, lo que permite a Kay planificar sus movimientos con precisión. Esta táctica es útil para eliminar a los enemigos desprevenidos con un golpe rápido, aunque uno podría cuestionar la eficacia de un puñetazo contra el casco de un soldado de asalto.
Ahora, el sigilo es el componente crucial de la jugabilidad en Outlaws. A medida que Kay se infiltra en instalaciones enemigas, también se encuentra con cerraduras que debe cortar. Aquí entra en juego un minijuego en el que los jugadores deben presionar botones al ritmo de un pitido, acompañado de luces y sonidos para mejorar la accesibilidad. La dificultad varía, desde secuencias sencillas de dos pitidos hasta combinaciones más complejas de hasta cinco. Si juegas en PlayStation 5 con un DualSense, las luces del mando te ayudarán a sincronizar tus acciones, añadiendo una capa de inmersión adicional con el uso del altavoz integrado y los gatillos adaptativos.
En ese sentido puedo decir que si hay un momento en el que se siente que la mecánica de sigilo se vuelve repetitiva, pero el juego se las ingenia para salir a flote. Cada escenario se vuelve más complejo y con más enemigos y obstáculos por librar, sin embargo, también va agregando nuevos elementos que nos van ayudando a cumplir con nuestras encomiendas. Puede parecer monótono, pero en ningún momento se siente engorroso como ocurre con Watch Dogs: Legion, por ejemplo. Además, siempre queda la opción de tirarlo todo por la borda e ir de frente para comenzar a disparar con tu bláster.
En cuanto al combate, Outlaws presenta un enfoque que mezcla acción y estrategia. Aunque Kay no posee las habilidades de un guerrero Jedi ni el armamento pesado de un soldado imperial, no es completamente impotente en un tiroteo. El juego permite a los jugadores elegir entre luchar o huir, incluso cuando el nivel de búsqueda de Kay es alto y es perseguida por un escuadrón de la muerte. El bláster de Kay es mejorable y modificable, y puede recoger otras armas durante sus misiones. Además, las granadas son un recurso común, a menudo adquiridas gracias a Nix, que las roba mientras Kay deambula por las ciudades.
Igualmente puedes hacerte valer de ciertos items que hay en los escenarios para que las batallas ante los nutridos grupos de adversarios sean más sencillas, como los tanques de gas que al ser alcanzados por un láser explotan y hacen volar a los enemigos por los cielos.
También vale decir que el blaster tiene tres modos de disparos: uno que es el láser común y corriente que siempre hemos visto en Star Wars; un segundo disparo que ofrece una descarga de iones y que resulta útil para activar fuentes de energía dañadas; y un tercero de energía que permite disparar explosivos o un láser más potente que sirve para destruir piedras o enemigos más duros como ciertos androides.
Ahora, si el sigilo es vital, el parkour también lo será en determinadas misiones. Su implementación es muy similar a lo que ya hemos visto en otros juegos de Ubisoft como los Assassin’s Creed, por lo que te resultará muy familiar. Eso sí, se agregan algunos elementos que hemos visto en otros juegos de Star Wars como Fallen Order, agregando una capa de frescura dentro de está mecánica. El diseño de niveles en este aspecto tampoco ofrece una dificultad tan alta, por lo que en general no tardarás demasiado para encontrar el camino entre rocas, peñascos, túneles y ductos de ventilación para seguir adelante.
La nave espacial de Kay, la ya mencionada Caza Estelas, juega un papel fundamental en su travesía por la galaxia. Equipado con lásers y misiles, este vehículo es ágil y maniobrable, proporcionando una experiencia fluida en combates espaciales. Sin embargo, la ausencia de una función para retroceder puede hacer que algunas maniobras, como ajustar la posición para usar un rayo, sean más complicadas de lo necesario. Pero en general, las batallas espaciales cumplen con la suficiente dosis de emoción y adrenalina para mantenernos entretenidos.
Por otro lado, la interacción con los cárteles del crimen añade una dimensión extra al juego, creando un intrincado tejido de alianzas y enemistades. Outlaws introduce un nuevo sindicato del crimen, lo que lleva a los jugadores a cuestionarse cuántas organizaciones criminales operan realmente en la galaxia de Star Wars. Kay tiene la opción de establecer relaciones con diferentes facciones, como el sindicato Pyke, el Alba Escarlata, el Cártel Hutt o el Clan Ashiga.
A medida que mejora su relación con un grupo, se desbloquean misiones mejor remuneradas, pero esto puede deteriorar su reputación con otros cárteles, llevándola a ser atacada por patrullas enemigas. Aquí la reputación juega un papel clave, pero no tiene ningún tipo de carga moral. Es decir, no hay buenos y malos, pues al final de cuentas las 4 son organizaciones criminales, por lo que te recomiendo que te bases más en las recompensas que ofrece cada una de ellas para elegir con cual de todas quieres quedar bien, y con cual tener problemas.
La reputación de Kay Vess con los cárteles será fundamental dentro de su aventura.
Una de las características más interesantes de Star Wars Outlaws es la forma en que gestiona sus eventos secundarios. A diferencia de otros juegos de mundo abierto que guían a los jugadores con marcadores claros y objetivos predefinidos, Outlaws adopta un enfoque más orgánico. El juego no te lleva de la mano; en lugar de eso, es más probable que escuches pistas sutiles sobre lugares interesantes o te enteres de algún plan enigmático mientras estás en medio de una conversación casual en una cantina, apoyado en una barra. Este enfoque naturalista se siente más auténtico y ayuda a crear una atmósfera de descubrimiento que encaja perfectamente en el vasto y complejo universo de Star Wars.
Las misiones principales en Outlaws rara vez son simples y directas. En lugar de ofrecer las típicas misiones de ir a buscar un objeto y regresar, estas se desarrollan en múltiples etapas, evolucionando gradualmente y convirtiéndose en historias continuas. Esto añade un sentido de progresión y exploración a medida que sigues el rastro de una misión, que te lleva a explorar paisajes de mundo abierto que se expanden más allá de los límites de la ciudad. Esta estructura fomentó mi curiosidad del jugador, alentándome a explorar cada rincón y descubrir lo que se oculta en los diferentes planetas.
Las misiones secundarias, por otro lado, siguen en gran medida el modelo tradicional de Ubisoft para juegos de mundo abierto: infiltrarse en bases enemigas, escoltar personajes, recuperar objetos específicos, y superar desafíos de sigilo. Si bien estos tipos de misiones son una parte esencial de la jugabilidad de mundo abierto, su inclusión en Outlaws a menudo parece una manera de cumplir con una cuota de contenido más que una contribución significativa al desarrollo del mundo o la narrativa del juego. Esta falta de creatividad en las misiones secundarias puede llevar a que algunas de ellas se sientan menos memorables, y que haya un momento del juego en que lo mejor sea dejarlas de lado para enfocarse en la historia principal.
Por último, aunque la premisa de explorar una gran variedad de planetas dentro de una estructura de mundo abierto suena emocionante, no todos los planetas en Outlaws logran cautivar de la misma manera. Algunos se sienten un tanto vacíos y carentes de inspiración. Este vacío puede hacer que la exploración se sienta monótona en ciertos momentos, disminuyendo la sensación de aventura que debería caracterizar a un juego de Star Wars.
No es perfecto, pero cumple
Los gráficos y la estética de Star Wars Outlaws logra capturar la esencia visual que ha caracterizado a la franquicia desde sus inicios. Cada mundo dentro del juego se siente vivo y auténtico, transportando a los jugadores a escenarios icónicos y a nuevos rincones de la galaxia. Aunque algunos de estos mundos no habían aparecido previamente en la serie, fueron diseñados con la colaboración de LucasFilm, lo que asegura una coherencia visual y una fidelidad a la estética general de Star Wars. En lo personal, fue un golpe de nostalgia y un auténtico disfrute caminar por los pequeños pueblos del desierto de Tatooine, con bestias, soldados, contrabandistas y personajes que llegan de todos los rincones de la galaxia para hacer tratos con los Hutt.
Sin embargo, debemos aceptar que aunque bien diseñados, los gráficos no alcanzan el nivel de detalle esperado en ciertos casos. Los entornos en general son impresionantes y bien realizados, pero algunas texturas de los personajes pueden presentar desenfoques. Además, se pueden notar pop-ups al utilizar el speeder para desplazarse rápidamente por los escenarios. Si te encuentras oculto entre la hierba y haces un acercamiento a tu personaje, es posible observar algunas inconsistencias en las texturas, aunque estos problemas no llegan a ser graves y no afectan de manera significativa la experiencia global del juego.
Y es que pese a estos pequeños detalles, estamos ante probablemente uno de los mejores juegos de mundo abierto de Ubisoft en lo referente al apartado técnico. He jugado un buen número de juegos de la saga Assassin’s Creed, he probado todos los títulos de Far Cry y The Watch Dogs, y ninguno de ellos había logrado la consistencia y fluidez con la que se puede disfrutar de Star Wars Outlaws desde el primer instante. No es perfecto, pero en ese sentido podemos decir que el desarrollador francés ha sido más cuidadoso que en otras de sus entregas.
Eso sí, no esperemos la calidad gráfica de otros juegos AAA recientes como es el caso de Black Myth: Wukong y Starfield, o incluso de otros juegos de mundo abierto más más veteranos como es el caso de Red Dead Redemption 2 o The Witcher 3: Wild Hunt. Hay cosas por pulir y detalles que pueden mejorar, pero aquí no encontrarás un Cyberpunk 2077 en su día de lanzamiento.
En el apartado de audio, Outlaws brilla con voces que son emotivas y capturan perfectamente el espíritu de los personajes. Los efectos de sonido se sienten auténticos, alineados con lo que los fanáticos esperan escuchar en el universo de Star Wars. La música, inspirada en la banda sonora clásica de la franquicia, complementa perfectamente la atmósfera del juego, haciendo que cada momento se sienta genuinamente conectado con la galaxia lejana.
En cuanto a la estabilidad y los bugs, Star Wars Outlaws sigue la tendencia de otros títulos de mundo abierto de Ubisoft, presentando algunos problemas técnicos menores. A pesar de la preocupación común sobre la presencia de errores en este tipo de juegos, Outlaws sorprendentemente no presenta un número excesivo de ellos. Algunos personajes pueden aparecer y desaparecer de forma inesperada, y en ciertas cinemáticas se observan caídas notables en la tasa de cuadros por segundo. Estos problemas técnicos menores no empañan la experiencia general de explorar y vivir aventuras en este universo, permitiendo a los jugadores sumergirse en el mundo de Star Wars sin interrupciones significativas.
¿Vale la pena?
Sí eres un fanático de Star Wars y los juegos de mundo abierto, vale totalmente la pena. El juego presenta ligeros problemas de rendimiento y la jugabilidad puede parecer repetitiva, pero se las arregla para salir a flote con una narrativa que nos brinda una perspectiva interesante de la galaxia y de su protagonista, alejado de los grandes personajes y los reflectores. Además, su mundo abierto nos permite cumplir el sueño de explorar algunos de los escenarios y paisajes más icónicos y magníficos de la saga, en una aventura que puede durar 20 horas si solo te enfocas en la historia principal, pero que es capaz de ofrecer más de 60 horas de juego con todos sus complementos.
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