Con todo y que está muy lejos de ser la mejor película de Marvel y Sony Pictures, la primera Venom, estrenada en 2018, sentó un buen precedente para las adaptaciones del universo arácnido de Spider-Man… sin Spider-Man. Una cinta de acción emocionante, con un poco de romance y un protagonista carismático… sin ser tan violenta como Deadpool, pero con más miembros arrancados que todo el MCU.
En retrospectiva, llegar a la tercera película de Venom, sin aparición alguna de Peter Parker / El Hombre Araña es todo un éxito, pero la realidad es que solo han sido un montón de ideas desperdiciadas que se expanden año con año con un solo objetivo: no perder los derechos cinematográficos de Spidey.
Venom 3... más aburrida que nunca
Venom 3, o Venom El Último Baile, es la más reciente decepción del cine de superhéroes, un sucesor menos somnífero que Joker 2, pero igual de lamentable. Olvidándose por completo de la escena post créditos de Spider-Man: No Way Home, Eddie Brock se convierte en uno de los metahumanos más buscados del planeta, pues el gobierno ha comenzado a tomar la amenaza de los simbiontes como una situación de prioridad máxima, por culpa de los eventos ocurridos entre Venom y Carnage.
Se sabe que las películas de superhéroes no son las más ambiciosas a nivel narrativo, pero Venom 3 parece una colección de ideas absurdas puestas en una producción con pésimo ritmo, drama innecesario y poco creíble, y una mínima cantidad de secuencias de acción. Para empezar, tenemos un supuesto villano, Knull, dios de los simbiontes, que nunca sale de su prisión en otra parte del universo y solo es una cosa hecha con CGI que sirve de cortinilla. Por lo tanto, el verdadero enemigo a vencer es un monstruo come simbiontes que no habla, pero que devora humanos como si fuera una podadora de pasto.
Luego están los personajes de soporte… si es que se le puede llamar así al soldado cliché que quiere acabar con el héroe, un par de científicas que tiene caras de afligidas todo el tiempo y una familia que va de vacaciones al Área 51 para buscar aliens. Ninguno consigue formar una relación importante con el héroe y mucho menos con la audiencia. Una colección de personajes sin gracia con chistes tontos, flashbacks absurdos y un guion terrible. Definitivamente se extraña a Michelle Williams, quien, por alguna razón, apareció como el interés amoroso de Eddie en las dos películas anteriores, y aquí ni siquiera se menciona. Un completo desastre.
Sea como sea, Venom 3 es una película de acción mediocre, con algunos pequeños guiños a la increíble historia que Donny Cates trabajó durante varios años en el cómic de Venom y que culmina magistralmente en la miniserie King in Black. Y cuando decimos mínimos, de verdad, son pocas las referencias: Knull, el codex, Rex Strickland y el vacío. Además, Venom sale muy poco durante la cinta, con uno de los peores pretextos narrativos. Eso sí, la relación y las bromas entre Eddie Brock y Venom siguen funcionando, pues el carisma de Tom Hardy es innegable, y el simbionte tiene sus momentos divertidos… aunque un poco exagerados.
Venom 3 no vale la pena, y duele que alguien haya autorizado gastar 120 millones de dólares en una película tan mediocre. Estamos muy lejos del final de esta historia, pues seguramente la cinta recuperará la inversión y Sony querrá explotar más el universo de Spider-Man… sin Spider-Man. Lo peor de todo es que, cuando nos digan que tendremos la verdadera película de Knull, vamos a llegar al cine esperando no encontrarnos con una nueva decepción… solo para terminar con el corazón roto.
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