Si tienes una Xbox One original, de aquellas que se lanzaron en el ya lejano noviembre de 2023, deberías correr a revisarla. Según el reporte de usuarios muchas de estas consolas no están funcionando debido a una falta de actualización del sistema, lo que podría comprometer varias de las funciones básicas de la plataforma... como jugar o conectarse a Xbox Live.
Unidades de Xbox One no se actualizan
Lo primero que debes saber, es que este problema no afecta a la Xbox One S de 2016, sino específicamente al modelo original de lanzamiento del 2013; aunque no todas las consolas han sido afectadas. En 3DJuegos LATAM probamos nuestra consola original de Xbox One durante este fin de semana y salvo el ruido excesivo al momento de correr los juegos, no presenta ningún otro problema.
Los reportes indican que se trata de un problema de conectividad a la red que se presenta en las Xbox One que ejecutan un firmware anterior al de 2017. Al no tener acceso a Internet, no se puede descargar la última actualización del sistema, por lo que es imposible acceder a Xbox Live o realizar compras digitales.
Restablecer la consola a los valores de fábrica no es una solución, y al contrario, dejará tu Xbox One prácticamente inutilizable. Por otro lado, las plataformas que no se restablecen pueden seguir operando parcialmente: los juegos en disco y el panel de control funcionan, pero cualquier tarea que requiera conexión en línea no lo hará.
Desde Eurogamer / Digital Foundry se menciona que se han puesto en contacto con Xbox, pero todavía no han recibido una respuesta sobre esta situación. Teniendo en cuenta que el reporte de este medio ha sido publicado este 29 de julio, es probable que la respuesta oficial llegue durante la semana. Por otro lado, los encargados de la investigación señalan que se han identificado pocas consolas como afectadas, ubicadas principalmente en NeoGAF y Reddit.
¿Puedo perder mis juegos de Xbox One?
Este incidente plantea serias dudas sobre la preservación de consolas y juegos. La transición a lo digital ya ha resultado en la desaparición de bibliotecas enteras, y la inminente desaparición de la tienda de Xbox 360 nos vuelve a recordar la fragilidad de los juegos digitales.
En contraste, las consolas clásicas como el NES o la propia PlayStation original pueden seguir funcionando décadas después de su lanzamiento sin necesidad de una conexión a Internet. Lo anterior parece cada vez más incierto para las plataformas modernas, y que reabre el debate sobre las ventajas e inconvenientes que tienen tanto los formatos físicos como digitales.
La dependencia obligatoria de Internet para una consola de juegos no debería existir, asegurando que las consolas puedan ser disfrutadas por generaciones futuras sin preocupaciones. De momento, habrá que esperar a la solución que de Microsoft sobre estos problemas de conectividad que presentan algunos modelos de Xbox One.
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