Es increíble, pero hace 20 años que la película de Elektra no solo horrorizó a los fanáticos de Marvel en cines; también fracasó en taquillas. Pero a diferencia de casi todo el mundo, a mí me encanta esta historia. ¿La razón?, en esta recomendación me gustaría proponerte una segunda visión fuera de la adaptación de cómics.
Elektra es la eterna infravalorada de Marvel
No es un secreto que la visión de Rob S. Bowman sobre el personaje clásico de Marvel hizo enojar a todos los fans -más aún si consideramos el caluroso recibimiento que Daredevil tuvo años atrás-. Sin embargo, si cualquiera de ellos le echara un ojo nuevamente en Disney+, pero pensando más en una película de acción, que en una de superhéroes, créeme que las "escenas ridículas" y el "guion flojo" se vuelven más digeribles -llegando a lo entretenido-.
Con esto no digo que Elektra se convierta en mejor cinta que cualquiera del UCM, pero ese es el error. Bowman quería hacer algo diferente, con claras influencias con el cine oriental en las batallas mano a mano -como cuando Kirigi es derrotado- que, si lo piensas en frío, tiene todo el sentido del mundo. La Mano, organización antagónica de la historia, cuenta con orígenes japoneses, por lo que suena lógico que la acción asemeje a las live-action de esta región. Esto le sienta bien a una película que busca salirse de las peleas convencionales de superhéroes.

Ahora, es en el guion en donde se nota la combinación con elementos que el espectador de este lado del charco está más acostumbrado. Ignorando los elementos mágicos y los poderes sobrenaturales, Elektra es el típico protagonista de acción de Hollywood. Una vida de repleta de adrenalina es detenida por el calor de una familia, pero un infortunio la llevará a seguir el camino de la venganza, derrotando a toda una organización aparentemente invencible en el proceso.
Esta premisa no es muy diferente a cualquier filme de Jason Statham. Sin embargo, he de reconocer que la caricaturización de los villanos es indefendible, así como momentos donde el ritmo baja estrepitosamente -como cuando se introduce a la familia Miller-. Aún así, desde el punto de vista personal, Elektra tiene un caso similar a la trilogía de precuelas de Star Wars: en su momento todos las odiaron, pero después de tantos años, la película no es para nada un "insulto a su creador".
Elektra en Disney+: no es tan mala como recuerdas
En definitiva, Elektra no pretende ser una obra maestra del cine de superhéroes, pero su enfoque visual y sus secuencias de acción la convierten en una experiencia distinta que merece una segunda oportunidad. Vista con otra perspectiva, puede sorprenderte, y no por nada apareció nuevamente el personaje en Deadpool & Wolverine. Si tienes Disney+, no deberías pasarla por alto.
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