A estas alturas, queda más que claro que el negocio de videojuegos de Xbox está sustentado sobre la oferta de servicios (como el resto de Microsoft), y con ello en mente, no sorprenden los resultados financieros más recientes que la firma compartió hoy, donde Game Pass sigue creciendo, no así la venta de consolas que disminuyó 13% durante el trimestre, en relación con el mismo período del año pasado.
En concreto, las ventas totales del ramo de gaming sólo crecieron 1% durante el último trimestre, lo cual estuvo por debajo de lo esperado. Satya Nadella, cabeza de Microsoft, atribuyó los resultados a "rendimiento débil del contenido propio y de terceros".
La división de Más Cómputo Personal (que aloja a Xbox) reportó una caída trimestral de 4%. Dicho eso, las ventas derivadas de servicios y el contenido de Xbox crecieron 5%, gracias a productos de terceros y a Game Pass, donde de hecho, se impuso un récord trimestral de usuarios mensuales activos y tiempo jugado, el cual creció 22%.
Microsoft crece, con o sin gaming
Dicho todo eso, Microsoft, en general, arrojó números ridículamente altos, facturando más de 56 mil millones de dólares, sólo en el último trimestre y casi 212 mil millones de dólares entre este mes de junio y junio de 2022.
Tablas así de abultadas explican la capacidad de la compañía para hacer compras como la de Activision por 70 mil millones de dólares, y para mantener un servicio como Xbox Game Pass, el cual es capaz de alojar exclusivas en su día de lanzamiento. En cualquier caso, Nadella está inconforme y dijo esperar que las ganancias por juegos, contenidos y servicios, crezcan más de un punto porcentual, de cara al futuro.