La nostalgia a veces viene con imperfecciones, y no siempre está mal que así sea. Este 22 de abril se lanzó The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, la esperada revisión de uno de los RPG más influyentes de su generación, y aunque la mayoría de los cambios han sido celebrados por la comunidad —mejoras gráficas, ajustes de jugabilidad, nuevas actuaciones de voz para dotar de identidad única a cada raza del juego—, un detalle no pasó desapercibido: un viejo error de doblaje que no fue corregido.
Déjame hacerlo otra vez
Quienes jugaron Oblivion en 2006 probablemente recuerden un momento muy peculiar al visitar el Templo del Único, en el Distrito del Templo de la Ciudad Imperial. Allí, al encontrarse con Tandilwe (ironías del destino, el Maestro instructor de oratoria del juego), se desencadena un diálogo que hace que más de uno suelte una carcajada:
“Escuché que unos ladrones irrumpieron en la Universidad Arcana, el Complejo de la Legión Imperial y el Templo, todo la misma noche. Un momento, déjame repetirlo… Escuché que unos ladrones irrumpieron en la Universidad Arcana, el Complejo de la Legión Imperial y el Templo, todo la misma noche”, dice el personaje, sin editar, sin cortes, con todo y su “déjame repetirlo”.
Claramente, lo que escuchamos no es parte de un elaborado diseño narrativo ni una peculiaridad intencional del guion. Es simplemente un error. El actor de voz, insatisfecho con su primer intento, pide repetir la línea… y alguien olvidó cortar la toma incorrecta. Un desliz de edición que quedó para la posteridad y que, por alguna razón, Bethesda ha decidido dejar tal cual en Oblivion Remastered.
¿La novedad? En el juego original, los movimientos labiales del personaje solo estaban sincronizados con la primera toma. Ahora, con la implementación de una tecnología de sincronización de labios automática, toda la línea, incluyendo la parte en la que el personaje dice que quiere repetirla, tiene animación completa. Un error que antes era torpe ahora es perfectamente articulado, con labios que acompañan cada palabra del fallo como si fuese parte de la narrativa original.
Las remasterizaciones, sobre todo cuando se trata de juegos tan queridos, siempre enfrentan el dilema de cuánto deben modernizar sin perder su espíritu y esencia. Bethesda ha hecho un trabajo sólido al renovar los aspectos técnicos de Oblivion, pero al mismo tiempo ha mostrado que ciertos “defectos” también son patrimonio emocional. Al final, no todos los errores merecen ser corregidos. Algunos, como el de Tandilwe, merecen estar ahí.
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