La industria de los videojuegos vive una época convulsa. Por un lado, el mercado de las consolas parece estancarse, mientras por otro, los despidos azotan a decenas de estudios. De todo esto, lo único que queda claro es que Xbox está creciendo y no hay indicadores de que la marca esté claudicando en su sagrada misión de llevar el gaming a todos los jugadores potenciales que caminan sobre el planeta.
Dicho eso, y aunque Phil Spencer parece muy seguro del rumbo que está dando a la marca que dirige desde hace 10 años, otros no lo parecen tanto, ya se cansaron o saben algo que el resto no. ¿Por qué? Porque han preferido irse en fechas recientes que seguir adelante con esa visión, cualquiera que sea.
Así las cosas, a lo largo de los últimos meses, discreta pero consistentemente, hemos visto la salida de algunas figuras prominentes de Xbox o sus estudios subordinados. ¿Qué significa eso? ¿Hay problemas dentro de Xbox? Tu teoría es tan valiosa como la de cualquiera.
Gavin Raeburn
Uno que definitivamente se fue porque ya no le gustaba lo que estaba pasando en su lugar de trabajo fue Gavin Raeburn. El fundador de PlayGround Games se marchó para establecer otra compañía, luego de pasar casi 13 años en la casa de Forza Horizon. Raeburn dijo adiós en julio de 2022 y en ese mismo instante fundó Lighthouse Games.
Obviamente nadie habló de los motivos explícitos, pero los hechos hablan por sí mismos. Dicho eso, no estamos seguros si la renuncia fue por la compra de Microsoft, la cual ocurrió en 2018 -pasaron varios años entre la fusión y la dimisión- o por el vuelco de la compañía hacia el desarrollo de Fable, una saga que nada tiene que ver con la tradición automotor de PlayGround.
Quizás el género del primer juego de Lighthouse Games nos de una pista sobre los motivos de la partida Raeburn, pero esa información todavía no está a nuestro alcance.
Shinji Mikami
Como bien sabes, Tango Gameworks es propiedad de Bethesda, y Bethesda, a su vez, es parte de Microsoft desde 2021. Shinji Mikami, una auténtica leyenda del desarrollo japonés, fundó a la compañía por ahí de 2010, pero apenas el año pasado anunció su salida, lo que llamó mucho la atención, sobre todo cuando recién habían lanzado el exitoso Hi-Fi Rush.
¿Inconformidad con los proyectos en desarrollo? ¿Con la estrategia futura de Xbox? ¿Agotamiento? ¿Diferencias? Parece que fue el cansancio, y es que Mikami hablaba de su retiro desde 2022. Se le ve joven bajo su eterna gorra, pero el diseñador ya tiene 60 años, así que quizás aquí no hubo más que dar, y a diferencia de Raeburn, Mikami todavía no se embarca en algo nuevo.
Tameem Antoniades
La más reciente de las partidas, la más discreta, pero no por ello menos importante, es la de Tameem Antoniades, fundador y rostro de Ninja Theory, compañía que él estableció hace nada más y nada menos que 24 años, pero es propiedad de Xbox desde 2018.
Antoniades no dijo ni "adiós", simplemente notaron su ausencia en la más reciente visita de periodistas al estudio para ver Hellblade 2. A los reporteros les informaron que Antoniades ya no formaba parte de la compañía y sólo había participado en las primeras etapas de desarrollo de la secuela.
Pese a todo, cuando el estudio anunció la compra, Antoniades fue el primero en defenderla, acotando que en 2014 estuvieron muy cerca de desaparecer y la fusión les daría estabilidad, sin sacrificar creatividad. El desarrollador de origen afgano tiene 50 años de edad y aún no se sabe qué hará después.
Pete Hines
Aunque el rostro indiscutible de Bethesda ha sido siempre Todd Howard, hubo una época en la que compartió reflectores con Pete Hines, quien fungió como jefe de comunicaciones y marketing por 23 años.
Cuando Xbox compró a la compañía, Hines fue promovido a jefe de publicación, pero sólo desempeñó ese rol por un año y después anunció su renuncia... una renuncia que, más que eso, fue retiro.
Con 54 años, Hines dijo que quería dedicar más tiempo a disfrutar la vida -lo que deja implícito que no lo hacía lo suficiente, pero para ser francos, ¿quién tiene suficiente tiempo para disfrutar la vida en un empleo de jornada completa?-. Hines agradeció a todos, dijo que en su corazón, él siempre será parte de Bethesda y qué la fuerza los acompañe. Bye.
Larry Hryb
Una situación similar fue la de Larry Hryb quien, como Hines, compartió los reflectores de Xbox con Phil Spencer por una década, como jefe de comunicaciones. Dicho eso, a diferencia de Hines, Hryb dio a entender que quería buscar otros proyectos, no solamente retirarse, así quizás él sí estaba agotado de hacer lo mismo.
Pese a ello, Hryb fue súper cordial en el tono de su despedida, agradecido y entusiasta sobre el futuro. El ejecutivo luego se dio una vuelta por Nintendo, encendiendo alarmas, y llegó a hacer controvertidas publicaciones de redes, donde promovía productos de PlayStation, pero el también conocido como Major Nelson, hoy no forma parte de ninguna de ellas y, en su lugar, se desempeña como asesor independiente del pequeño publisher Midwest Games.
Kareem Choudhry
Otra de las partidas recientes y sonadas es la de Kareem Choudhry, a quien la mayoría de nosotros conocimos cuando se refirió al Xbox One X como "un monstruo", en un promo de hace varios años.
Aquí no debería haber mucho misterio porque Microsoft describió este como un movimiento de reorganización, pero informantes de respeto como Jez Corden afirman que hubo motivos ajenos a la reestructura.
Choundhry era jefe de tecnologías emergentes de Xbox, como la retrocompatibilidad, la nube y la inteligencia artificial... elementos importantes de la oferta de la marca, y llevaba nada más y nada menos que 26 años en Microsoft. Veintiséis.
¿Qué está pasando?
La rotación es relativamente normal en las empresas de gran tamaño, pero cuando se trata de figuras prominentes, veteranas y simultáneas, algo está pasando y existen dos formas de verlo: como producto de un relevo generacional natural o como resultado de apatía. Acá parece haber ejemplos de ambas perspectivas.
Invertir 20 años en una empresa, para luego verla cambiar de jefes, obligándote a adoptar a nuevos planes, y formas de trabajo, puede ser apabullante, pero probablemente jamás sepamos con certeza lo que pasó en cada uno de estos casos.
Si habrá una pista a nuestro alcance será la de ver a algunas de estas vacas sagradas salir del supuesto "retiro" para hacer lo mismo que ya hacían en Xbox, pero en otras empresas, indicador de que el problema era la marca, no sus respectivas ocupaciones. Tendremos que esperar para descubrirlo, pero al menos de momento, parece que muchos de los que renunciaron, lo hicieron en busca del descanso genuino.
Incluso si concedemos que muchos de quienes se han ido lo han hecho por diferencias con Phil Spencer y la "nueva" visión de Xbox en general, la marca es tan absurdamente grande que decir que la salida de un puñado de personas amenaza su futuro es exagerar. Incluso si Phil Spencer o Satya Nadella se fueran, la empresa seguiría adelante -una mejor pregunta sería si la estrategia también-. Pero no es el caso, así que no, Xbox está lejos de desmoronarse, aunque quizás algunos de los arquitectos que le dieron forma a sus muchas partes hayan preferido hacerse a un costado.
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