Considerado uno de los videojuegos más violentos y molones de la historia, la saga de DOOM se ha caracterizado desde sus inicios por erigir la blasfemia como moneda de cambio y hacer de la ultraviolencia el entretenimiento más divertido. Sin embargo, existe un nivel secreto en DOOM 2 que fue tan violento que se vio víctima de la censura en todo el mundo.
El nivel secreto de DOOM que fue censurado
Desde los 90, DOOM ha sido sinónimo de controversia. Fue acusado de fomentar el satanismo, de inspirar tiroteos, y de glorificar la violencia. Pero nada de eso causó tanto revuelo como el nivel secreto de DOOM 2, una recreación tan fiel de Wolfenstein 3D que terminó siendo modificada para no ofender a nadie.
El nivel en cuestión se llama MAP31: Wolfenstein, y es un homenaje directo al primer nivel del clásico de id Software. Tiene los mismos muros, la misma música, e incluso enemigos inspirados en soldados nazis. ¿El problema? Que incluía esvásticas, retratos de Hitler y referencias visuales al régimen nazi. Para evitar problemas legales, sobre todo en Alemania, las reediciones modernas como la Doom 3: BFG Edition censuraron los símbolos y renombraron el nivel a IDKFA.

Lo curioso es que DOOM siempre ha jugado con la idea del infierno, la herejía y el caos. Pero al parecer, lo que no se podía tolerar era un homenaje demasiado explícito a un imaginario que ya era problemático desde su nacimiento.
De esta manera, lo que empezó como un guiño a los fans se convirtió en una advertencia de hasta dónde se puede permitir la "libertad" creativa en los videojuegos. Por supuesto, es difícil creer que algo así pase hoy en día (el revisionismo histórico nos permite cosas como nazis en el último juego de Indiana Jones), aunque ciertamente era impensable hace algunos años.

Puede parecer exagerado censurar un nivel secreto de un juego de los 90, pero también nos recuerda algo: la historia pesa, incluso en el pixel. Lo que ayer fue homenaje, hoy puede ser interpretado como insensibilidad. Y en medio de esa tensión, DOOM 2 sigue demostrando que nada envejece sin levantar polvo.
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