¿Te has preguntado cómo habría sido vivir en la edad media? Piénsalo: de alguna manera, estaríamos más tranquilos, labrando la tierra, atendiendo una taberna, destilando el mejor licor del reino y preocupándonos sólo por ser felices; aunque, en la otra mano, también tendríamos que soportar las excentricidades del señor feudal y peor aún, tendríamos que lidiar con el estricto control de la iglesia, las enfermedades, los bandidos y la mala higiene. En fin, sería toda una aventura y justo eso es lo que el equipo de Warhorse Studios quiso retratar en Kingdom Come: Deliverance II, un RPG con temática medieval que promete ser el juego más realista de esa época pero, ¿es parte de la nobleza del gaming? ¿Tiene la cantidad necesaria de vasallos? ¿Vale la pena? Será mejor que te prepares para el derecho de pernada porque aquí te contamos.
El Sir más temido del reino
Regresemos a las buenas costumbres y vayamos por el principio: ¿de qué va Kingdom Come: Deliverance II? Como ya te estarás imaginando, el juego es la continuación directa de Kingdom Come: Deliverance. Una vez más acompañaremos a Henry de Skalitz, el hijo del herrero que se convierte en escudero de Sir Hans Capon, un noble bastante inútil.
Ambos salen en un viaje para visitar a Otto von Bergow en su castillo de Trosky, y entregarle una carta cuyo objetivo es poner fin a las guerra civil que desató Segismundo, medio hermano del rey Wenceslao y quien está emprendiendo una campaña para apoderarse del reino de Bohemia.

Obviamente, la empresa no será tan sencilla. Durante su viaje, la tropa de Sir Hans será emboscada por los bandidos de la región, despojando a Henry y a Hans de todas sus pertenencias incluyendo la carta. Aunque ambos sobreviven al ataque, la falta de una identificación que compruebe sus intenciones e identidades los convierte en pordioseros de la región.
La misión entonces, será recuperar sus identidades y encontrar la forma de hablar con von Bergow para explicarle lo sucedido y de paso, cumplir la venganza personal de Henry, quien aún sigue soñando con la espada de su padre y los hombres que la robaron.
Como siempre, esto es suficiente para que te des una idea sobre de qué trata Kingdom Come: Deliverance II, ya sabes: no queremos arruinarte ninguna sorpresa. Lo que sí podemos decirte es que la trama es mucho más espesa de lo que piensas y que está muy bien estructurada, e incluso, cuenta con giros en el culebrón llenos de traición y politiquería que serían dignos de una serie de HBO. Por momentos, nosotros la encontramos un poco tediosa, después de todo este es un RPG duro en el que tendrás que conocer a muchos personajes en tu aventura, pero reflexionando más sobre la misma, creemos que tiene los elementos necesarios para hacerla interesante e invita al jugador a llegar a la pantalla de créditos
La trama es mucho más espesa de lo que piensas y está muy bien estructurada
Lo que más destaca en el apartado narrativo, y que ciertamente nos dejó encantados, es su narrativa de tipo ramificada. Este tipo de relato proporciona al jugador varias soluciones para los conflictos que encuentre en su aventura, lo que quiere decir que cada partida será muy diferente y que el jugador podrá conocer varias resoluciones. Por ejemplo, si te encuentras a punto de entrar en combate, puedes evitarlo utilizando tus talentos de oratoria.
Nosotros estuvimos jugando durante horas y todavía nos quedan ganas de regresar al juego, iniciar una nueva partida y tomar decisiones diferentes para ver, cómo cambia el relato. Si eres fan de este tipo de relatos te aseguramos que no te vas a sentir decepcionado.
Esto es una espada y se usa así
Ahora, ¿cómo se juega Kingdom Come: Deliverance II? Estamos frente a un RPG en primera persona de esos que son duros y en el que la toma de decisiones juega un papel muy importante. Como te decíamos hace unos momentos, el juego tiene una narrativa ramificada que también juega un papel esencial en el gameplay. Con cada decisión, Henry ganará o perderá reputación, lo que cambiará su estatus en la región.
Mientras más misiones completes y más interacciones tengas con el mundo, más puntos de experiencia acumularas, lo que te permitirá modificar tus estadísticas y aprender nuevas habilidades. En este punto destaca que si quieres ser mejor en oratoria, puedes leer libros para incrementar tu destreza en ese talento. ¿Quieres ser el mejor tirador con arco? Cumple retos de tiro al blanco. Así puedes personalizar las habilidades a tu gusto. Ahora, muchas de las situaciones a las que te enfrentarás en el juego pueden resolverse sin usar la violencia utilizando tu lengua de plata para engañar a un personaje, o bien, siendo honesto con tus intenciones u orígenes. Todo depende del jugador y cómo es que quiera desarrollar a su versión de Henry.

Jugar Kingdom Come: Deliverance II no es difícil, de hecho, los comandos responden bastante bien; sin embargo, nos parece que no están muy bien mapeados. Creemos que en pro de querer dejar su propia huella, el estudio tomó decisiones un poco fuera de la caja y algunos botones de acceso son ciertamente confusos. Por ejemplo, para acceder al mapa del mundo y ver dónde estás ubicado, quizá lo más natural en PS5 es oprimir el touchpad del DualSense, pero no es así. Si oprimes este botón, tendrás acceso al reloj del juego, el cual te permite dejar pasar el tiempo para cambiar entre día y noche.
¿Es malo? Claro que no, pero si hace un poco menos ágil la exploración y la implementación de los recursos dentro del juego. Si por ejemplo quieres entrar al menú de artefactos, podrías tener problemas en recordar que hay que oprimir el pad hacia arriba y luego dar a la derecha, con el stick izquierdo para visualizar los efectos y estadísticas completas de una armadura.
Kingdom Come: Deliverance II es más que un simple RPG con temática medieval
La atención al detalle es lo que hace grande a Kingdom Come: Deliverance II. Por ejemplo, si llevas comida en tu inventario y no la comes, se podría echar a perder y disminuir sus efectos. Porque de una vez te decimos, Henry sentirá sueño y hambre, por lo que tendrás que detenerte a comer y a tomar una buena siesta en ciertos lugares para tener tu barra de energía al máximo.
Uno de esos detalles que nos impresionó, fue que los eventos no se detienen. En una de nuestras misiones, íbamos a salir con un caballero para encontrar a unos ladrones, pero como se nos ocurrió robar una vasija y nos llevaron a la humillación pública como castigo, llegamos tarde a la aventura. ¿Las consecuencias? El grupo con el que íbamos a salir se desesperó y decidió salir sin Henry, lo que disminuyó su reputación. Nosotros tuvimos que hablar con los personajes involucrados para calmar las aguas y recuperar cierta reputación que perdimos. Estamos seguros de que como esta, hay un montón de situaciones que te dejarán muy satisfecho por su ingenio.
Rápidamente te darás cuenta que Kingdom Come: Deliverance II es más que un simple RPG con temática medieval: más bien es un simulador medieval cuyas mecánicas tienen raíces mucho más profundas.

Deberás bañarte para evitar que te corran de ciertos lugares, remendar tu equipo para que no bajen sus estadísticas, andar con una antorcha en la noche para evitar ser arrestado en los pueblo y, si robas, la autoridad medieval te colocará en un cepo para que Henry sea humillado públicamente. Hay un montón de dinámicas que te harán sentir en el mero medievo, por ejemplo si decides usar el viaje rápido, las estadísticas de sueño y hambre de Henry cambiarán, es decir, Henry se cansará y comenzará a sentir hambre en el viaje, por lo que al llegar a tu destino, lo más recomendable es que duermas y comas.
También debemos hablarte sobre el combate, que recibió una mejora enorme respecto al juego anterior, y que resultó en enfrentamientos muy satisfactorios. No creemos que sea el mejor que hayamos visto, pero el hecho de evadir y atacar por medio de un sistema de posturas le dio un toque mucho más realista que, acompañado con todo lo demás, se siente fantástico, es más, hasta luchar a puño limpio se siente como un agasajo.

El estilo de juego de Kingdom Come: Deliverance II es excelente. Su atención al detalle nos sorprendió y nos hizo pasar un muy buen rato; sin embargo, tenemos que advertirte que si no eres muy fanático de los RPG y de la temática medieval, la viscosidad de este gampelay puede llegar a saturarte. Quien escribe estas líneas se desesperó en varias ocasiones, pero eso no significa que el juego sea malo o esté mal ejecutado en alguno de sus apartados, es una cosa mucho más personal y como siempre, a mi me gusta ser sincero con ustedes: no es mi tipo de juego, pero qué gran juego es Kingdom Come: Deliverance II.
El brebaje correcto de estéticos
Por último hay que hablar del apartado estético de Kingdom Come: Deliverance II que de una vez les adelantamos: es uno de los más bonitos que hemos visto. Todo, absolutamente todo dentro del juego remite al arte del medievo. Vaya incluso el mapa del juego es una cosa maravillosa con trazos que parecen haber sido sacados de alguna biblia antigua. Definitivamente el equipo de Warhorse Studios se voló la barda con su diseño de arte.

Ahora, nosotros estuvimos jugando en PS5 y el juego se veía muy bien. Como en otros juegos de la actual generación, Kingdom Come: Deliverance II incluye dos modos gráficos: rendimiento, que prioriza la tasa de cuadros por segundo; y el de calidad, que da prioridad a los gráficos. Nosotros optamos por la primera configuración y el juego corría bien a 60 cuadros por segundo en una pantalla 4K.
Claro que nos topamos con algunos bugs ocasionales, pero nada que valga la pena reportar o que echara a perder nuestra partida.
En cuanto a la música y la mezcla de audio, Kingdom Come: Deliverance II es un tributo suculento a las composiciones de la edad media. Aquí podrás encontrar una placentera mezcla de sonidos provenientes de instrumentos como el Laúd y el Salterio que, en conjunto con los sonidos ambientales, son una completa eufonía medieval.

Y no podemos dejar de mencionar la majestuosidad del reino de Bohemia que nos dejó asombrados por sus detalles en cosas como la lluvia, los árboles, es más hasta los animales se ven bastante bien, todo gracias al motor gráfico CryEngine el cual permite un buen juego de luces y sombras.
Sin duda estamos frente a un candidato al GOTY
Con un apartado narrativo bien ejecutado, un estilo de juego inmenso que podría llegar a abrumar a los más novatos y un estilo gráfico con atención al detalle, creemos que sí, Kingdom Come: Deliverance II vale cada maldita moneda de oro. Eso sí, no está de más que te recordemos que si este tipo de juegos no es lo tuyo, lo mejor será que lo evites. Recuerda que el juego está disponible en PS5, Xbox Series y PC y tiene un precio de alrededor de 90 dólares.
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