Queda prácticamente nada para el estreno de uno de los juegos más anticipados del año. Monster Hunter Wilds apunta para ser uno de los títulos más importantes de 2025 y antes de saltar a la versión final del juego y a la beta que todos estarán probando en la víspera de su estreno, Capcom nos dio la oportunidad de sumergirnos en aproximadamente 5 horas de gameplay que nos dan una idea clara de lo que nos espera el próximo 28 de febrero.
¿Cuáles son las claves para que Monster Hunter Wilds refine la fórmula que ha funcionado tan bien a lo largo de los años? Acompáñanos a descubrirlo.
Un juego listo para recibir a los nuevos cazadores
Si este va a ser tu primer Monster Hunter, no te preocupes. Si bien es un juego que incluye todo lo que pueden esperar los veteranos de la serie, viene listo para que sea una experiencia grata, para que quienes nunca antes le han entrado a las cacerías de monstruos de Capcom se sientan a gusto y no se pierdan en sus primeros pasos.
Recordando un poco de lo que hemos venido diciendo desde hace algunos meses que lo jugamos por primera vez, Wilds apunta a ofrecer, además de las cacerías –que son el punto medular de la experiencia– una aventura épica que sigue a un grupo de protagonistas. No te vamos a adelantar las cinemáticas o contenidos específicos de la campaña para no arruinar la sorpresa, pero debes saber que en muchos momentos el juego se deja llevar por secuencias scripteadas para crear una experiencia cinemática emocionante en la que hay de todo, desde persecuciones intensas hasta caminatas tranquilas en las que se vale detenerse a ver a las criaturas en su hábitat natural. Aquí no solo hablamos de los grandes titanes a los que hay que dar caza, sino también un montón de criaturas pequeñas y detalles en los paisajes que hacen que todo se vea más vivo que nunca.
Pero vamos a las cacerías, porque debo confesar que me sentí muy cómodo con los controles y la jugabilidad gracias a algunos ajustes clave que hacen que este nuevo Monster Hunter mejore la experiencia de siempre de maneras muy interesantes.

14 armas, una experiencia distinta con cada una
Primero que nada, considera que Monster Hunter fue, es y sigue siendo un juego que se puede jugar de muchísimas maneras dependiendo del arma que elijas. Si estás acá por primera vez, un cuestionario te ayuda a que se te sugiera la mejor elección para tu manera de jugar; si regresas de otro juego puede ser que prefieras elegir con lo que siempre te has sentido a gusto o trates de arriesgarte a experimentar con nuevas maneras de jugar para saber qué es lo que más encaja con tu estilo. Eso sí, esta variedad de 14 armas buscará garantizar la rejugabilidad.
Yo, por ejemplo, no me acomodo mucho con armas sumamente pesadas, por lo que mi elección fue la confiable espada larga que ofrece la oportunidad de hacer combos rápidos, ideales para atacar a los monstruos escurridizos.
Iniciamos nuestro calentamiento cazando a un Quematrice, como parte de las primeras misiones de la campaña, y luego un Chatacabra como parte de las misiones secundarias disponibles.

Con el Quematrice empecé a soltar los botonazos y a acostumbrarme al esquema de controles que no difiere mucho de lo tradicional en la franquicia. En los nuevos mapas abundan por doquier las oportunidades para hacer de la cacería algo mucho más creativo; debo confesar que casi siempre me fui directo a perseguir a mi presa, pero los objetivos secundarios te invitan a que pruebes las interacciones con el entorno que te pueden ayudar a descubrir nuevas maneras de cazar, como tender trampas con enredaderas que cuelgan de los árboles. Hubo algo que me gustó mucho de la dinámica del combate en esta primera batalla: saltar desde el Seikret, la nueva montura que tenemos a nuestra disposición, hizo posible trepar al lomo de la criatura para atacarlo desde la espalda en un punto débil: terminar la cacería de esta manera se siente, sencillamente espectacular.
Tras regresar al campamento, no perdí la oportunidad de aprovechar los materiales que obtuve para crear una nueva espada larga, ahora con propiedades elementales de fuego. Así fue que fui en búsqueda del Chatacabra porque me faltaban algunos recursos para completar mi armadura temática de este gigante reptil y la de mi querido Palico. La dinámica no fue muy distinta al ser un monstruo de nivel relativamente bajo y en esta batalla lo que me encantó fue ver la interacción entre los monstruos del escenario. Si bien es algo que ha estado anteriormente en la serie, se ve verdaderamente increíble cuando tu presa herida pasa cerca de otros monstruos y todos ellos se le van al mismo tiempo hasta derribarlo.

En el bosque las cacerías son intensas...
A continuación se puso todavía más interesante mi prueba de Monster Hunter Wilds, porque tocó internarse en el bosque, un ecosistema muy distinto en el que los cambios de iluminación y vegetación generan una atmósfera muy distinta. Tras algunas secuencias de historia, tocó enfrentar a Lala Barina, un gigantesco arácnido que cuando muestra una especie de flor gigantesca en su cuerpo, lanza esporas que te aturden si llegan a impactarte. Cambió mucho el ritmo de la batalla, pues había que estar muy atentos a este movimiento especial y ser ágiles para esquivar estos ataques a distancia.
Luego de Lala Barina, tocó ir contra Congalala, un primate caracterizado por soltar una descomunal nube tóxica con sus eructos. Entre la verticalidad del bosque, la clave en esta cacería era acabar con criaturas más pequeñas de esta especie que se reunían alrededor del líder al que había que dar caza.

Cuando las cosas se ponen serias, 3 ventajas son cruciales ára sobrevivir
Regresamos al desierto para enfrentar algunas de las batallas más duras de la demo de campaña. Primero, contra un Balahara, una descomunal escurridiza criatura de las arenas que tiene la capacidad de sumergirse bajo la superficie de las dunas a la hora de huir. También jugamos la épica batalla contra Doshaguma Alpha que vimos desde los primeros tráilers del juego y finalmente pudimos enfrentar al imponente Uth Duna en el bosque.
En estas batallas nos encontramos con monstruos mucho más poderosos con embates despiadados que castigaban fuertemente nuestra barra de salud. Aquí fue de vital importancia considerar 3 de las novedades de Wilds para sobrevivir.
La primera es el Focus Mode, una asistencia de vital importancia a la hora de dirigir cada uno de tus ataques. Al oprimir el gatillo se resaltarán en el monstruo los puntos débiles y heridas con un brillo rojo que te da mucho más visibilidad a la hora de concentrar tus embates. No solo hay mucho más control de la cámara de esta manera, sino que también tienes la posibilidad de ejecutar algunos embates especiales para concentrar todo tu poder en las heridas.

Una segunda ventaja es la increíble versatilidad que ofrece montar al seikret y llamarlo en cualquier momento. Cada que mi salud estaba en riesgo, no bastaba con rodar hasta estar fuera del alcance de los monstruos, era mucho mejor idea silbar para llamar al seikret, alejarme todavía más y ya estando a distancia segura proceder a curarme y afilar el arma. Si bien los ataques desde la montura no son los más poderosos la movilidad que tienes de esta manera es increíble y también te da la opción de saltar hacia el monstruo para seguir atacando o aprovechar a tu favor cualquier otro elemento del escenario que esté a tu alcance. Me parece fundamental que el seikret también tenga a su disposición una segunda arma, porque así llevas al campo una combinación que te sea de utilidad. En todas estas cacerías opté por llevar un arma cuerpo a cuerpo y una a distancia para utilizar la que más que convenía en todo momento. Cuando me acostumbré a jugar de esta manera se me hacía muy práctico y fácil estar cambiando de armas en plena batalla y la dinámica del combate fue todavía más divertida.
Una tercera ventaja es contar con más cazadores. Monster Hunter Wilds es un juego desafiante y aunque soy de los que disfruta andar ‘tryhardeando’ en solitario contra estas bestias, en el tiempo limitado de la demo había que agilizar las cosas un poquito. Como no teníamos los servicios de otros jugadores en esta demostración, se hizo uso de la baliza para llamar a cazadores aliados controlados por la consola que alivianaron un poco las cosas en cacerías tan demandantes como la de Uth Duna y Alpha Doshaguma.

Un juego al que quiero regresar
El complemento de mi prueba fue un par de cacerías más para experimentar el comportamiento y mecánica de los monstruos. Primero, enfrenté al monstruo gaseoso Rompopolo, aquí jugué mucho con los ataques a distancia y se sienten tan increíbles como los embates cuerpo a cuerpo, acabando con escenas de acción épicas y emocionantes.
Se me erizó la piel de la euforia que me dejó el combate y las ganas de pasar a la versión final del juego
La batalla final fue contra el temible arácnido Nerscylla con quien seguí experimentando con varias armas. Muchas veces me sorprendió mal parado por el increíble alcance que tenía sus ataques, en especial uno frontal en el que sacaba sus largos colmillos para morder. Cada espadazo, cada flechazo, todo se sintió tan bien que cuando, después de unos 20 minutos que por fin cayó, se me erizó la piel de la euforia que me dejó el combate y las ganas que me quedan de ya pasarme a la versión final del juego, experimentar todo su contenido y las cacerías prácticamente infinitas que tendremos a lo largo del año.
En esta que ha sido mi prueba más extendida y amplia de Monster Hunter Wilds corroboro lo que ya se venía anticipando. Capcom no iba a descuidar su franquicia más redituable y expande la experiencia con un juego más dinámico, flexible, cómodo y con un mar de opciones para que las cacerías sean más intensas, emocionantes y divertidas. Queda esperar pocos días para el lanzamiento final y claro, estamos muy emocionados y ansiosos de recibirlo.
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