Volví a romper amistades con el juego más grande de la serie: reseña de Super Mario Party Jamboree

Para qué nos hacemos. Todos alguna vez hemos hecho el coraje de nuestras vidas con Mario Party, el ‘rompe amistades’ por excelencia de Nintendo. Luego de más de 25 años de existencia regresa, una vez más, a demostrarte que hasta tu sobrino el más pequeño puede ganar en el juego de tablero en el que más vale la suerte que cualquier otra cosa o, ¿es que las cosas ya han cambiado?

Nintendo Switch sigue imparable y hasta parece que no tiene la intención de darle paso a su sucesora. En una temporada fuerte de exclusivas para la consola de Nintendo llega el que promete ser uno de los juegos más grandes y definitivos que se han hecho de Mario Party hasta la fecha. Ya lo jugué por muchas horas y es momento de responder a la pregunta: ¿Super Mario Party Jamboree vale la pena? Prepara tus dados, afina tu velocidad para machacar botones y quédate con nosotros para descubrirlo.

Jamboree: un mar de contenido

Si hubo algo que me asombró de Super Mario Party Jamboree es su volumen de contenido. Ya sabíamos, desde que se anunció, que tendríamos la asombrosa cifra de 7 tableros, más de 110 minijuegos y 22 personajes jugables, pero tenerlo en las manos equivale a incontables horas de juego para verlo todo. No te miento, tuvieron que pasar más de 18 horas de juego apenas para darle una vuelta rápida a lo que se incluye en el paquete y estoy lejos de exprimir por completo el potencial de un juego que, como prometía, tiene muchísimos contenidos.

Vámonos por partes e iniciemos con el platillo principal de Jamboree: el juego de tablero. Nintendo Cube experimentó por más de una década para tratar de encontrar el ‘hilo negro’ detrás de la fórmula de diversión en un juego de tablero, y ahora hemos vuelto a algo muy parecido a lo que entregaron los primeros juegos de la serie. Este camino que se empezó a construir desde Super Mario Party de 2018 parece que se ha consolidado por fin en su mejor versión. La desarrolladora no ignoró las enseñanzas de preparar los remakes que vimos en Mario Party Superstars de 2021 para entender que la versión más pura de Mario Party es también la más divertida.

Tableros con esíritu clásico

Aunque Super Mario Party Jamboree es una entrega completamente nueva, hemos vuelto casi por completo a las reglas clásicas. Ya no tenemos el frenesí de la compra de estrellas con la rebaja del precio a 10 monedas que hubo en el juego de Switch de 2018, ni experimentos raros en cómo se desplazan los personajes o la mecánica para ganar estrellas. Volvemos a los tableros en los que hay que comprar estrellas por 20 monedas que cambian de lugar tras cada venta, así de simple. En efecto, el juego se siente bien y balanceado para los estándares de una franquicia en la que el azar siempre ha sido gran protagonista del juego.

Hay un total de 5 tableros originales. El más sencillo de ellos es el Bosque de Mega Floruga, en el que no hay muchas complicaciones fuera de la simpática oruga que aparece en el centro del escenario para fungir como atajo opcional en los recorridos. Seguimos con el Circuito Lanzadados, una pista de carreras, también muy sencilla en su trazado y con mucho enfoque en las tiradas enormes, gracias a los dados extra que se presentan constantemente como parte de sus mecánicas. La Isla Goomba ya entra dentro de los tableros con cierta complejidad, con una marea que sube y baja para obstaculizar el paso y constantes erupciones de un volcán que alteran muchas de las casillas con premios o castigos.

El mapa más interesante y complejo, a mi parecer, es la Plaza Arcoiris, un centro comercial de tres pisos en el que hay múltiples opciones para moverse entre los niveles o alcanzar las tiendas de objetos que, de vez en cuando, cuentan con increíbles rebajas. Finalmente, la fortaleza del Rey Bowser cumple bien como el tablero más difícil, no tanto por su trazado clásico con una parte central que cambia de sentido constantemente, sino por lo injusto que puede resultar toparse con Bowser Impostor… que se vuelve cada vez más peligroso conforme avanzan los turnos.

En el espíritu clásico de Jamboree, también tenemos un par de queridos tableros del pasado. Castillo Arcoíris de Mario regresa del primer juego de la serie y Mundo del Oeste del segundo. Ambos escenarios son sencillos de entender y fáciles de jugar, pero no por ello son menos divertidos. Están de vuelta con todos sus elementos originales y suman también las novedades de esta entrega.

Personajes Jamboree: la gran novedad de esta entrega

Pero no creas que este nuevo Mario Party está libre de tener su propia mecánica insignia, pues los personajes Jamboree cumplen con esa función de otorgar la cuota de novedad a la fórmula de siempre. Me parece que estos ayudantes, que aparecen de vez en cuando en la partida, son una versión mejorada y más justa de los aliados que conocimos en el anterior Super Mario Party.

Los personajes Jamboree consisten en aliados aleatorios del elenco que no estén participando en la partida actual y que aparecen eventualmente en el tablero. Una vez que lo hacen, basta con que cualquiera de los participantes llegue a su casilla para empezar un Minijuego con Carácter, que es una especie de prueba un poco más compleja y que sirve para ver quién se va a quedar con la ayuda temporal de este aliado. Primero que nada, conviene reconocer que estos Minijuegos con Carácter son muy divertidos y van desde un circuito plataformero en el caso de Yoshi, un mini-torneo de minijuegos clásicos de la serie para Mario, una sucesión de puzzles para Luigi, una máquina de pinball para Waluigi o un concurso de preguntas para Wario, por poner algunos ejemplos. Cada uno de los personajes tiene su propio Minijuego con Carácter y todos ellos son muy creativos y divertidos.

Como sea, si logras quedarte con la victoria en estos minijuegos especiales –que dan una ligera ventaja al participante que inició el evento– lograrás que el personaje Jamboree en cuestión te acompañe por varios turnos. Entre los beneficios de tener estos aliados no solo tenemos ventajas como descuentos en las compras, monedas extra cada turno o el doble efecto de cada casilla en la que caes, sino que lo más atractivo es que si tienes suficientes monedas puedes comprar dos estrellas de golpe, lo que hace que se conviertan en una ventaja estratégica enorme que nadie se va a querer perder.

En general he disfrutado bastante de la introducción de los personajes Jamboree como una manera de ofrecer un toque fresco al juego; no sentí que fuera una mecánica que rompa las cosas y al depender de una prueba concreta ganarse esta ayuda, es de alguna manera un premio justo que condecora la habilidad de los participantes.

Lo mejor: flexibilidad en la configuración y nuevas reglas competitivas

Pasemos a hablar de un aspecto que me parece fundamental en la experiencia de Super Mario Party Jamboree, que es la flexibilidad de las partidas. Esta nueva entrega de la serie tiene minijuegos que hacen uso de los sensores de movimiento de los joy-con, pero también una gran parte de ellos se enfocan por completo en el uso de los botones del control. Es inmensamente positivo que el juego te deja elegir cómo quieres jugar. Si optas por incluir los Minijuegos Dinámicos –es decir, los que hacen uso del movimiento– te pedirá que asignes un solo joy-con a cada participante, pero si decides omitirlos podrás jugar con periféricos como el Control Pro de Switch o el modo de juego portátil, algo que es una excelente noticia para los dueños de Switch Lite que se quedaron fuera de la diversión en el pasado Super Mario Party.

Pero esta no es la única manera en la que puedes ajustar la partida, pues además de poder seleccionar el número de rondas y hasta 4 niveles de dificultad para los rivales controlados por la consola, ahora también puedes elegir entre dos sets de reglas que determinan qué tan casual o competitiva quieres que sea la partida.

Las reglas festivas constituyen el modo por defecto, diseñado para que nadie se quede fuera de la diversión: es la experiencia clásica de Mario Party que siempre hemos tenido, con giros de 360 grados a la partida como que alguien lo pierda todo en la última ronda gracias a las casillas de suerte, a los eventos especiales y la Revolución Bowser. Las reglas competitivas, por su parte, buscan generar partidas más justas, anunciando desde el principio cuál va a ser la estrella de bonificación, reduciendo la cantidad de eventos aleatorios, haciendo que la elección de los minijuegos sea por votos en lugar de al azar, fijando tasas específicas de pérdidas y ganancias en eventos y eliminando algunas situaciones que llegan a ser sumamente injustas. El hecho de jugar con reglas competitivas no elimina los eventos propios que forman parte de las mecánicas de cada tablero o la presencia de los personajes Jamboree, lo que sigue dejando una cuota importante de azar sobre la mesa que da el toque divertido de siempre, pero realmente se siente un ajuste que premia más las habilidades del jugador, en lugar de la suerte.

Como veterano de la franquicia me parece que la inclusión de las reglas competitivas es uno de los mejores añadidos que ha tenido esta entrega de la serie. Se nota que no fue sencillo saber exactamente qué debía ser ajustado para crear una experiencia más justa y competitiva que tampoco elimina por completo el azar que da diversión al juego, pero me parece que se hizo un gran trabajo al ofrecer esta opción para quienes quieren competir más en serio sin la frustración derivada de las injusticias de la suerte. Después de jugar con ambos sets de reglas, me parece que conservaría el set festivo para reuniones familiares, pero me quedo con las reglas competitivas que se ajustarán mucho mejor a cuando quiero jugar solo para medir mis habilidades contra la consola o cuando juegue con otros veteranos de la serie en modo local o en los modos en línea.

Más de 110 minijuegos a la altura de la franquicia

Y esperen, que esto no es todo y hay muchísimo más de qué hablar de Super Mario Party Jamboree. ¿Qué tal están los minijuegos de esta entrega? Podemos decir que están a la altura de las expectativas y hay un poco de todo. Pruebas de reacción, pruebas de memoria, machacar botones, ritmo, rompecabezas, duelos, plataformas… tardaríamos mucho describiéndolos todos, pero son tan divertidos como su excelente presentación que no le falla a la tradición de la franquicia.

Si lo que quieres es disfrutar únicamente de los minijuegos, sin complicaciones, está el Puerto de Minijuegos que te ofrece la diversión directa de estas pruebas en distintos modos que abarcan la selección del día, el juego libre, duelos por parejas, modo de supervivencia en línea y hasta enfrentamiento contra jefes.

Escuchaste bien, Super Mario Party Jamboree también tiene jefes porque también incluye una especie de modo historia. Así es, Jamboree aprovecha sus escenarios y minijuegos para ofrecer una campaña conocida como Paseo Servicial, en la que vas a poder recorrer cada tablero como si se tratara de un escenario de un RPG, hablando con los NPCs, ayudándoles con mandados y ganando en minijuegos temáticos que te permitan eliminar la malvada influencia de Bowser Impostor de cada zona. No quiero subir mucho sus expectativas con respecto a esta especie de modo historia cuya dificultad es baja y sus tareas repetitivas, pero sí que sirve como una buena introducción a cada tablero, a todos los minijuegos y con el añadido de sus jefes ofrece una actividad extra para todos aquellos que quieren jugar Super Mario Party Jamboree en solitario.

Modos extra: propuestas para 8 y 20 jugadores

¿Quieres todavía más? Concedido. Si quieres pasar un buen rato con otros jugadores de forma local están tres modos de juego extra. La Fábrica de Toad es una colección de 30 rompecabezas que pondrán a prueba el trabajo en equipo de una pareja y su precisión al mover los joy-con. La cocina rítmica es una sucesión de minijuegos de ritmo que dan vida a una sesión cooperativa en la que 4 participantes buscarán convertirse en chefs de 5 estrellas al ejecutar las secuencias de manera perfecta. Alas de la Aventura es otro juego por separado que te pondrá a imitar el movimiento de las alas de un paratroopa para volar en un escenario con distintas pruebas y competencias al estilo de Pilotwings.

Si lo que buscas más bien es competir en línea tenemos Bowseratlón, un modo competitivo para 20 jugadores en el que se avanzan casillas en la medida que consigues monedas, alternando con minijuegos de supervivencia para los 20 jugadores que pueden darle una vuelta a la competencia. Si bien la selección de minijuegos en esta prueba es limitada, se resolvió muy bien el poder ofrecer actividades para 20 jugadores que dan un nuevo sabor a la experiencia de Mario Party y algo que aporta mucho más que otros intentos de modo en línea que vimos en el pasado. ¿No puedes conectarte con otros en línea? No te preocupes, puedes probarlo también contra la consola.

Ahora que si buscas una experiencia cooperativa también está Brigada anti-bowser, una prueba en la que 8 jugadores se enfrentan a un Bowser con las dimensiones de un Kaiju y la alternancia de minijuegos cooperativos para todos. Me divertí especialmente con este modo cuando lo probé en línea ante el caos que puede llegar a ser tratar de coordinar a 8 personas en sus minijuegos. Es tan caótico y frustrante como te lo puedes imaginar, pero también muy divertido ante los fallos y súper satisfactorio cuando todos logran trabajar bien para superar las pruebas.

Finalmente, tengo que advertir que probé el juego de manera anticipada y sin todas las funciones en línea activadas, por lo que queda esperar al lanzamiento del juego para saber qué tan bien funciona toda la experiencia de Jamboree con Nintendo Switch Online. Se nota que el juego fue diseñado para jugar mucho a largo plazo, pues además de incluir una gran lista de logros por conquistar, todo lo que haces te genera puntos con los que puedes comprar reacciones, stickers y tarjetas para personalizar tu perfil en línea, temas musicales y muchos otros coleccionables para decorar tu plaza como desees.

¿Vale la pena Super Mario Party Jamboree?

Luego de todo esto es momento de responder a la pregunta, ¿vale la pena? Puedo decirte que Super Mario Party Jamboree me parece verdaderamente abrumador por todo lo que ofrece. Tiene una gran selección de tableros, una inmensa lista de minijuegos para distintos esquemas de control y, sobre todo, me encanta la flexibilidad para adaptar la experiencia a lo que mejor te funcione con sus sets de reglas. Si bien echo de menos que algunos de los minijuegos tengan variantes para extender todavía más la vida útil del juego, no se le puede reprochar mucho a Nintendo al entregar un paquete increíblemente completo de minijuegos y actividades que te darán muchas horas de diversión. Por cierto, todo viene localizado al español latinoamericano, lo que incluye voces y textos en nuestro idioma con los que se ha hecho muy buen trabajo.

En efecto, Super Mario Party Jamboree es la consolidación de años de experimentación para regresar a lo que mejor funciona de los clásicos con su toque de novedad que se puede esperar de una entrega fresca. Es Mario Party en su máxima expresión y mejor forma. Es diversión garantizada. Estamos ante una de las mejores entregas de la serie que vale mucho la pena.