Este lunes 5 de agosto, la industria del videojuego en Japón se encuentra en medio de una tormenta financiera sin precedentes. Los analistas han señalado un dramático desplome en el valor de las acciones de las principales compañías japonesas de videojuegos, con caídas que oscilan entre el 5% y el 23%.
Gigantes del sector como Nintendo, Sega, Sony, Capcom, Square Enix, Konami y Koei Tecmo están enfrentando mínimos históricos en sus valores accionarios, reminiscentes de los peores momentos del mercado bursátil.
Una caída histórica
Un total de 92 empresas japonesas de entretenimiento se han visto afectadas, en lo que ya se considera el peor desplome desde el crack bursátil de 1987. Este es el tercer día consecutivo de declive, con la Bolsa de Tokio cayendo 4.451,28 yenes respecto al día anterior, según datos de GameBiz.
Las causas de este desplome aún no están claras, pero se especula sobre la influencia de la escalada de eventos bélicos en la región de Medio Oriente, particularmente entre Israel e Irán, así como la repercusión que podrían tener las próximas elecciones en Estados Unidos.
Lo cierto es que esto ya afecta seriamente a la industria del videojuego, que de por si ha estado enfrentando desafíos significativos en los últimos meses, incluyendo despidos masivos y cierres de estudios. Ahora, las fluctuaciones económicas añaden una nueva capa de incertidumbre, que también podría comenzar a afectar los bolsillo de los jugadores con la subida de precios tanto en consolas como en juegos.
Aquí un vistazo al impacto actual en las principales compañías:
- Nintendo: -15%
- Sega: -13%
- Capcom: -16%
- Nexon: -13%
- Cave: -23%
- Konami: -8%
- Sony: -6%
- Marvelous: -10%
- Cyberagent: -10%
- Koei Tecmo: -6%
- Square Enix: -5%
- NVIDIA: -11%
- Microsoft: -9%
Mirando al futuro
La industria del videojuego se enfrenta a uno de sus desafíos más grandes desde el “crac del 83”, que devastó a la que entonces era considerada la gigante del medio: Atari. Aquel parecía ser el final de una era, debido a lo poco accesibles que se volvieron los videojuegos, hasta que Nintendo llegó a poner orden en la mesa, salvando a una industria que hoy factura millones de dólares alrededor del mundo.
La esperanza es que este fenómeno sea temporal y que las compañías logren estabilizarse para seguir entreteniendo al mundo. Aún no es claro como esta caída tan marcada en la bolsa de valores puede afectar a los jugadores, ni en cuanto tiempo. Y es que en estos tiempos de incertidumbre, solo queda esperar que las aguas turbulentas se calmen y que el paraíso del videojuego recupere su esplendor.
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