Tuvimos que esperar más de 15 años, pero el regreso de la saga Budokai Tenkaichi es un sueño hecho realidad. Reseña de Dragon Ball: Sparking Zero

Desde la época de la mítica PS2 no teníamos un nuevo juego de la saga Budokai Tenkaichi en consolas, y vaya que han pasado cosas importantes entre los Guerreros Z desde entonces. Comenzando por el enorme fracaso de Goku en Hollywood, hasta el inesperado regreso del anime con Super y la triste muerte del creador de la franquicia, Akira Toriyama. Dragon Ball ha dejado atrás el nicho otaku, hoy más que nunca, para convertirse en uno de los referentes más grandes de la cultura pop en todo el mundo. Regresar a Budokai Tenkaichi, es, por supuesto, motivo de felicidad para millones  de jugadores, pero también una enorme responsabilidad para las mentes detrás de esta querida saga.

Dragon Ball: Sparking Zero aterriza con una enorme fuerza en PS5, Xbox Series y PC, con el objetivo de llevarnos a una época más sencilla, donde nuestros personajes favoritos son los protagonistas de intensas batallas llenas de choques de energía y un sin fin de poderes especiales. Pero la industria de los  videojuegos exige mucho más que nostalgia y una buena licencia para salir victorioso. Bandai Namco y Spike Chunsoft tienen todo para alcanzar el máximo nivel con esta saga… siempre y cuando puedan controlar todo el poder que tienen en su interior. ¿Es Dragon Ball: Sparking Zero el juego que todos esperábamos? Descúbrelo con nosotros.

¡El regreso de los Guerreros Z!

Dragon Ball arrastra una racha envidiable en la industria de los videojuegos. Desde el lanzamiento de Xenoverse 2 la franquicia ha sabido mantener un buen balance entre nuevos lanzamientos y contenidos descargables, y hasta se ha dado la oportunidad de explorar el mundo de los crossovers en juegos como Fortnite. Budokai Tenkaichi, sin embargo, viene de una época diferente, donde el contenido descargable y los modos en línea no eran un estándar, con jugadores mucho más permisivos y sin el escrutinio de las redes sociales. Afortunadamente, podemos decir que Sparking Zero conserva esa sencillez en su núcleo, pues no arriesga mucho a la hora de proponer cosas nuevas en el gameplay, y, como buena secuela, se mantiene bajo la directriz de hacer todo más grande y espectacular.

Desde su increíble opening, Dragon Ball: Sparking Zero nos recibe con una premisa muy sencilla: todo lo que nos gustaba de la saga Budokai Tenkaichi está de regreso. A diferencia de un juego como Dragon Ball FighterZ, Sparking Zero apuesta por hacer de cada enfrentamiento una verdadera locura. A los pocos minutos veremos explotar cada rincón del escenario, mientras una serie de rafagas de energía pasan volando de lado a lado, con un Yajirobe haciendo su mejor esfuerzo por vencer al Dios de la Destrucción. Sparking Zero funciona más como un juego de fiesta que como un título de peleas convencional, lo que permite que cualquiera pueda tomar el control y se la pase increíble con batallas que nunca se han visto en el anime o el manga.

Un juego completísimo, con un montón de fanservice y acción frenética

Sparking Zero es un juego de peleas donde podemos luchar en equipos de 5 vs 5, pero con la posibilidad de desequilibrar los combates como nosotros lo deseemos. Por lo tanto, se pueden ejecutar batallas de 1 vs 5, 3 vs 2 o la combinación que más nos guste. Al encontrarnos con un escenario tan disparejo, tenemos que seleccionar a los personajes que más nos ayuden a superar el peligro. Por ejemplo, si vamos a luchar contra un escuadrón de villanos clásicos en su máximo nivel, podemos elegir a uno de los peleadores más rotos del roster como lo es Gogeta Super Saiyajin 4… pero si lo que queremos es vencer el peor de los pronósticos, siempre podemos seleccionar a Mr Satan y esperar lo mejor de nuestras habilidades. Con 182 peleadores en su lanzamiento, Sparking Zero tiene algo para todos los gustos, lo que hace increíble las primeras horas de juego, pues no paramos de descubrir combinaciones de personajes y retos personales con cada héroe y villano.

Cada batalla se llevará a cabo en una enorme arena en 3D que podemos recorrer con amplia libertad; no es algo ilimitado, pero vaya que hay espacio para recargar energía o salir volando. Sea como sea, los combates comienzan con el primer peleador seleccionado y después podemos cambiar entre el resto de nuestro equipo o transformar al peleador hasta alcanzar su nivel máximo de poder. Para algunos jugadores puede ser complicado entender las dimensiones de la batalla, pues no basta con moverse de un lado a otro: hay que volar, recargar Ki, lanzar ataques a distancia y acercarnos al rival para luchar cuerpo a cuerpo. Si tienes problemas para disfrutar el juego, siempre puedes recurrir al entrenamiento con Pikoro para conocer los conceptos básicos.

Una vez dentro del combate puede haber una percepción alrededor de la velocidad del juego, pero tranquilo, pues el ritmo, aunque frenético, permite que puedas ejecutar una estrategia. A grandes rasgos, tienes que pensar no solo en atacar en el momento indicado, sino también en recargar el Ki para los ataques especiales, y conocer los movimientos básicos de los peleadores. Si te acercas al rival puedes iniciar una cadena de combos con Cuadrado, para después rematar con Triángulo o Círculo. Acumular golpes ayuda a subir el número de habilidades disponibles, lo permite ejecutar acciones predeterminadas para ataques especiales, recuperación de salud o incremento de poder, según el personaje seleccionado.

Además, tenemos la clásica barra de Ki que permite movimientos más rápidos a la hora de realizar remates o para movernos por el escenario, pero su principal función está en alcanzar la energía suficiente para activar las habilidades ya mencionadas o para entrar en modo Sparking. Cuando alcanzamos el máximo nivel de Ki, la atmósfera del juego cambia y quedamos envueltos por un aura de color morada que nos indica un estado de poder superior al convencional. Bajo esta nueva dinámica, podemos ejecutar habilidades especiales sin tiempo de espera, realizar un combo especial o lanzar un ataque definitivo que desplegará una impresionante animación de batalla.

El modo Sparking requiere no solo las 5 barras de Ki, sino también una carga extra de poder, pero una vez que logramos ejecutar de forma efectiva el movimiento especial, podemos asegurar, cuando menos, barra y media de la salud del oponente. Si bien el Sparking sirve como una salida de emergencia en combates complicados, también se puede convertir en un recurso sobreexplotado durante toda la batalla, pues no hay un límite de uso, y alcanzar este poder es relativamente fácil. Seguramente los combates en línea se llenarán de jugadores que solo recurren al Sparking para ganar, pero te podemos asegurar que un buen combo cuerpo a cuerpo es mucho más emocionante y efectivo que esperar por este “especial”… aunque a nivel visual es todo un deleite.

Tanto el Sparking como el resto de los ataques se pueden evitar, ya sea por velocidad o por con un ataque del mismo nivel. En algunos casos el choque de poderes nos llevará a un pequeño minijuego en el que es necesario presionar el botón de acción tantas veces como nos sea posible o combinar ese botón con un impulso de los gatillos, para poder asegurar el daño. Por otro lado, es posible rechazar ataques con ayuda de la defensa, percepción y contraataques, los cuales deben ejecutarse al momento en que estamos a punto de ser impactados o cuando el golpe ya entró en contacto con el personaje.

Durante nuestro periodo de prueba, hubo batallas sencillas que se podían resolver con ataques a distancia y ataques de Sparking uno detrás de otro, pero cuando caímos fue por culpa de las combinaciones de golpes que nos dejaban a merced del rival. Dominar la defensa permite encontrar un pequeño espacio para escapar volando o darle la vuelta a la batalla con un ataque igual de intenso. Y a nivel de fanservice, cada vez que logramos ejecutar una buena defensa, el juego lo representa con sonidos y movimientos clásicos del anime, lo que evoca un sentimiento único cada vez que revertimos un ataque.

Dragon Ball: Sparking Zero no apunta al próximo EVO, por lo que cualquiera podrá disfrutar de una experiencia emocionante y entretenida, ya sea por unas cuantas partidas o hasta dominar cada una de las mecánicas. Aún así, Sparking Zero tiene una profundidad que va más allá de solo poner a un par de personajes rotísimos en una arena de combate. Por otro lado, la experiencia final, con todos los agregados, se mantiene igual de emocionante que en PS2: explosiones por doquier, la posibilidad de perseguir enemigos por medio de ataques en combo, rafagas de Ki, transformaciones y fusiones… todo está donde lo recuerdas, pero con gráficos que le sacan jugo al Unreal Engine 5.

Antes de cerrar este apartado, es importante señalar que Sparking Zero se puede jugar de forma local en batallas contra otro jugador, pero solo se puede usar el escenario de la Cámara del Tiempo. En pantalla dividida el juego funciona sin problemas de rendimiento, y el espacio es suficiente para disfrutar de los combates, con toda la acción de las partidas para un solo jugador. Por otro lado, Budokai Tenkaichi 4 es el primer juego de la serie en incluir modo en línea… pero durante la reseña, no pudimos probar este modo, pues los servidores no estuvieron activos.

¡Date prisa Goku!

Para hacer más sencillo el aprendizaje de todas las dinámicas de juego, Dragon Ball: Sparking Zero incluye su propio modo historia que, como es costumbre, nos permite recrear los mejores momentos del anime. A diferencia de otros juegos de la saga, las historias de los Episodios de Batalla se enfocan en un personaje en específico, según lo que hayas elegido. Por ejemplo, cuando seleccionamos a Goku solo jugamos las batallas en las que Kakaroto participó, y si queremos conocer la perspectiva de Gohan o Vegeta, debemos jugar con ellos. Teniendo en cuenta que la historia es ampliamente conocida, es interesante no sentirnos obligados a pasar todos los combates, y administrar las historias a nuestro ritmo.

A Goku lo acompañan otros protagonistas como Gohan, Pikoro o Vegeta, quienes tienen una amplia participación en la saga principal, pero también hay Episodios de Batalla dedicados a Black Goku, Jiren o Trunks, en donde no solo jugamos sus batallas del canon, sino también combates que tienen una idea más cercana al What if…? de Marvel. Por ejemplo, en la Saga de Black Goku, es posible que Trunks pueda atrapar a Zamas con el Mafuba, y con ello conseguir una victoria en el futuro alternativo. Este cambio se traduce en pequeñas y nuevas historias, con peleas e interacciones que no habíamos visto antes. Si bien las historias alternativas también están disponibles en los capítulos de Goku o Vegeta, tienden a resonar más en personajes con apariciones más cortas en el anime, como Black Goku y Jiren. De hecho, la mayoría de versiones alternas de Goku se limitan a una animación sencilla y un diálogo bastante simple.

Lamentablemente el juego no es nada claro con las indicaciones que abren estos momentos alternativos. Mientras juegas es posible que, según el tiempo o el ataque que usaste para ganar, se puede abrir una historia alterna. Sin embargo, también puedes quedar atorado en un loop en el que pasas siempre a una historia nueva, pero sin poder avanzar en la trama original. ¿La forma de resolverlo? Experimentar en la batalla intentando ganar en menos tiempo posible, con un ataque normal o simplemente perdiendo… pues nadie te dice qué debes hacer para ir en una dirección u otra.

Ahora, estos momentos de “¿Qué hubiera pasado?” buscan ser el escaparate perfecto para un modo de juego en donde cualquiera puede diseñar pequeñas historias con los personajes de Dragon Ball: Sparking Zero. Batalla Personalizada permite crear estas historias cortas en las que se activan diferentes eventos a lo largo del combate, los cuales pueden ser editados por los jugadores. Dentro de este modo encontramos algunos ejemplos que podemos jugar para entender la idea, como una revancha entre Yamcha y los Saibaman o una nueva batalla saiyajin con Kefla y Caulifla. Nada de eso pasa en el canon, y esa es la idea.

La mala noticia es que editar una batalla no es tan sencillo como parece, pues aunque solo hay que acomodar transiciones con diálogos y algunos efectos de sonido, el editor no es nada amigable. Para evitar el uso de lenguaje para adultos o imágenes ofensivas, el editor solo permite usar frases predefinidas e imágenes generadas por el motor del juego. Pero en ambos casos hay que pasar por un montón de listas y opciones para elegir lo que buscamos, dando como resultado una experiencia poco divertida. Puede que en un inicio suene bien poner a Mr Satan contra los villanos más grandes del universo… pero si no aplicas bien el uso de las secuencias y efectos, tendrás una batalla imposible.

¡Sal de ahí, Sheng-Long!

Tanto los Episodios de Batalla como la Batalla Personalizada son los dos elementos clave para disfrutar de la experiencia completa de Sparking Zero, pero no son los únicos. Dentro del juego podemos encontrar una serie de misiones asignadas por Zeno Sama y Wish, las cuales van desde utilizar personajes cierta cantidad de veces, hasta explorar todos los modos y opciones del juego.

Cumpliendo dichas misiones, y jugando sin cansancio, conseguimos Zenis, la moneda virtual del juego, que nos permitirá comprar personajes, atuendos, diálogos, música y hasta objetos de estrategia y habilidad. Dentro del apartado de personalizar es posible cambiar la vestimenta de algunos personajes, para usar el traje del planeta Yardrat de Goku o el atuendo original de Videl. También podemos editar la pose de inicio de batalla y hasta el diálogo. Pero lo interesante está en los objetos de estrategia y habilidad. Para hacer más emocionantes las batallas contra el CPU es posible comprar “estrategias”, lo que modificará el actuar de la máquina según el objeto. Y por otro lado podemos colocarnos cápsulas para incrementar el uso del modo Sparking o iniciar el combate con la barra de Ki al máximo.

Sparking Zero tiene una profundidad que va más allá de solo poner a un par de personajes rotísimos en una arena de combate

También hay un modo Entrenamiento bastante útil. Aquí, Pikoro nos ayuda a dominar las técnicas básicas del juego, así como los movimientos más avanzados. A diferencia de otros juegos de pelea, Spike Chunsoft consigue una buena dinámica que de verdad invita a dedicarle varias horas al entrenamiento, así como a ejecutar cada movimiento a la perfección. Por otro lado, tenemos la opción de crear nuestros propios torneos, ya sea con las reglas clásicas o siguiendo las bases del Torneo del Otro Mundo o el Torneo de la Fuerza.

Y por último tenemos una galería en la que, extrañamente, destaca la conversación que Milk, Bulma y Videl tienen sobre los 181 personajes incluidos en el juego… una mera curiosidad, pero en la que de vez en cuando se escuchan datos interesantes. El único personaje del que no tienen nada que comentar es Goku de Dragon Ball Daima, al menos por el momento. Dragon Ball: Sparking Zero es un paquete bastante completo, y aunque su fuerte está en los modos de juego de batalla, hay mucho que hacer para mantener a los usuarios entretenidos. Nuestra única queja es que los desafíos y coleccionables son muy fáciles y repetitivos, mientras que la personalización está bastante limitada. Y, la interfaz para el menú principal es una de las peores que hemos jugado, pues intenta ser tan interactiva que termina siendo molesta.

¡Goku se convierte en Super Saiyajin (en Unreal Engine 5)!

Una de las mejores cosas que podemos encontrar en Dragon Ball: Sparking Zero es el uso de Unreal Engine 5. Definitivamente estamos ante el juego que mejor se ve de toda la franquicia: personajes con estilo cel shading para mantener la apariencia del anime, un juego de luces y sombras que destaca cuando un poder Sparking explota contra el enemigo, escenarios que se pueden destruir conforme avanza la pelea o que se transforman por completo con un poderoso ataque. Vaya, es un juego por el que vale la pena tener Xbox Series o PS5. Eso sí, a diferencia de otros juegos exclusivos de la actual generación, Dragon Ball: Sparking Zero no cuenta con modos gráficos.

A nivel sonoro también encontramos un juego bastante competente, con todos los efectos de sonido que recordamos del anime, y una buena banda sonora. Además, de vez en cuando el opening final de Super aparece para amenizar un combate. En cuanto a los diálogos, tenemos voces en japonés e inglés, nosotros jugamos principalmente en su idioma original, lo que nos recordó que así vimos todo Dragon Ball Super. Por otro lado, las voces en inglés evocan una extraña nostalgia, pues en México y Latinoamérica era el idioma por default de los Budokai Tenkaichi de PS2. Y no, no tenemos doblaje latino.

Con todo y que Naruto y hasta Los Caballeros del Zodiaco, del mismo publisher, han tenido doblaje, en Dragon Ball: Sparking Zero seguimos sin la voz de Mario Castañeda o René García, lo que es una verdadera lástima para el enorme juego que tenemos frente a nosotros.

¿Vale la pena Dragon Ball: Sparking Zero?

Después de todo lo que hemos comentado, parece que la respuesta es obvia: ​​Dragon Ball: Sparking Zero VALE COMPLETAMENTE LA PENA. Si eres fan de la obra de Akira Toriyama estás ante un juego obligado, tanto por todo lo que tiene que ofrecer a una nueva generación de jugadores, como por dar continuación a uno de los spin offs más queridos de los Guerreros Z. Sparking Zero es un juego completísimo, con un montón de fanservice y la frenética acción que nos hizo destrozar los controles de PS2.

Después de esperar 17 años por Dragon Ball Budokai Tenkaichi 4, solo nos queda decir… GRACIAS POR TANTO, AKIRA TORIYAMA.

Imagen de portada: RusticGamingYT

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