En el primer episodio de Dragon Ball Daima se nos presentó a un extraño, pero agradable personaje llamado Neva: un descendiente de la raza nameku que, por alguna razón, vivía en el Reino Demoníaco. Ahora, el capítulo 2 de Daima ha llegado para profundizar en la historia de este enigmático namekiano, un personaje que está cobrando gran importancia para el lore de la serie.
Neva, el namekusei legendario
Aunque ya habíamos visto a Neva en el primer episodio del anime, poco sacamos en claro sobre su identidad, salvo el hecho de que no se cuestionó a sí mismo al acompañar a Gomah y Degesu a otra dimensión para perjudicar a los Guerreros Z con un malintencionado deseo.
Afortunadamente, el episodio 2 de Dragon Ball Daima, ha sido más esclarecer a este respecto. De esta manera nos encontramos con que Neva es un legendario namekiano y el último habitante de su especie en el Reino Demoníaco. Su importancia radica en ser el creador de las Esferas del Dragón de dicha dimensión, la cuales también tienen la capacidad de invocar a un Dios Dragón y conceder casi cualquier deseo.
Neva se quedó en el Reino Demoníaco para proteger estas esferas, motivo por el cual creó a los Tamagamis, seres terroríficos que sirven como guardianes. En este sentido, es su conexión con las Esferas del Dragón y su rol en el Reino Demoníaco lo que lo convierten en una figura clave dentro del lore de los namekianos, sobre todo considerando que se tratan de las primeras Dragon Balls en haber sido hechas con magia negra.
Neva se ha convertido en un personaje al que más vale echarle un ojo: buena parte de su historia sigue siendo un misterio, y quién sabe: en una de esas podría llegar a convertirse en uno de los personajes más relevantes de Dragon Ball Daima. Solo el tiempo lo dirá.
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