Considerado como el mayor fracaso comercial de PlayStation, Concord será recordado por siempre como el juego que le costó a Sony 400 millones de dólares. Por ello, nos llamó mucho la atención que Prime Video continuara firme en su decisión de presentar el corto basado en el juego de Firewalk Studios para la serie antológica de animación Secret Level.
Finalmente, hemos podido ver el episodio 13 de esta serie, titulado sencillamente como Concord: Cuento del implacable, y algo tenemos que decir: aunque visualmente ciertamente es impresionante, en general este capítulo nos ha parecido tan desangelado como el lanzamiento del juego.
Pero qué clase de clon de Guardianes de la Galaxia estoy viendo
Con una duración de apenas 18 minutos, Concord: Cuento del implacable nos sitúa en el mismo Universo que el juego de PlayStation, algo que advertimos de inmediato tras la aparición de Roka, personaje jugable en el fallido título de Sony.
El capítulo inicia con una nave atravesando la negrura del espacio, mientras una voz en off explica la organización del espacio intergaláctico, haciendo hincapié en unas enigmáticas rutas comerciales, conocidas solo por unos pocos seres en el universo, y las cuales son el objetivo del grupo de forajidos espaciales protagonistas de esta historia.

De esta manera, con una de las mejores animaciones de toda la antología, este corto de Secret Level nos presenta una comedia de enredos que destaca por su humor “irreverente”, que en sus momentos finales termina por convertirse en una historia de redención bastante “emocional”. El único problema es que, en muchos sentidos, Concord: Cuento del implacable pareciera más ser un clon genérico de los Guardianes de la Galaxia.
Cuento del Implacable se preocupa demasiado por presentarnos, en unos pocos minutos, una historia profunda sobre personajes inadaptados que, en su periplo, terminan encontrando un motivo de unión entre ellos. Sin embargo, esta intencionalidad en la serie de Prime Video resulta tan obvia que las dinámicas entre los personajes terminan por sentirse demasiado forzadas, nada orgánicas.

Por otro lado, algo que también se puede percibir fácilmente es el lado comercial de este episodio.
Bajo la carcaza de una “historia”, este episodio no teme en ser explícito y recordarte que Concord es un hero shooter, destacando de esta manera la función que cumple cada miembro de este equipo: tenemos al francotirador, al forastero dedicado a atacar en la vanguardia, o el tanque que resiste los constantes ataques de los enemigos.

Todo esto me ha decepcionado bastante, pues en una época donde las space opera de chicos malos se han convertido en una tendencia más de la ficción, el consuelo de ver a la franquicia por lo menos brillar en este apartado se pierde en las primeras escenas.
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