Desde su estreno en 2023, la serie de The Last of Us ha dejado claro que no se trata simplemente de adaptar cuadro por cuadro el videojuego, sino de traducir su esencia a un nuevo medio, enriqueciéndola con una narrativa más amplia, a veces más íntima, y otras, como en el capítulo 2 de la temporada 2, más dramática. Y en este caso, el drama tiene nombre: una horda de infectados atacando el aparentemente impenetrable pueblo de Jackson.
Una ataque de infectados exclusivo de la serie
Si jugaste The Last of Us Part II, seguramente te sorprendió este giro en la serie. El asalto masivo al corazón de la comunidad de Joel, Ellie, Tommy y compañía no está en el juego. No hay un enfrentamiento a gran escala, no hay muros siendo rebasados por decenas de infectados, ni escenas de tensión colectiva con el destino de todo un pueblo pendiendo de un hilo. Pero en la serie, este momento existe. Y no está ahí solo para llenar la cuota de acción.
Craig Mazin, showrunner y guionista de la adaptación, explicó que esta escena nació con un propósito claro: mostrar que el peligro en este mundo postapocalíptico no es exclusivo de los protagonistas. En palabras del propio Mazin:
“Pensamos que teníamos la oportunidad de crear una sensación de mayor vulnerabilidad, donde no solo están en problemas Joel, Ellie o Dina. Todos están en problemas”.

Y es que hasta ahora, Jackson había sido presentado como un rincón seguro en un mundo en ruinas. Un oasis de civilización donde el miedo parecía, al fin, haber encontrado una barrera. En el videojuego, se nos habla brevemente de ataques al asentamiento, pero jamás se muestra algo tan crudo o directo. La serie, en cambio, aprovecha el lenguaje audiovisual para romper esa ilusión de seguridad. Porque si algo sabe hacer TLOU, es recordarnos, una y otra vez, que nadie está a salvo.
Este ataque funciona también como un catalizador emocional para los personajes. Vemos a Tommy liderando la defensa y a la comunidad enfrentando una amenaza colectiva que trasciende el drama personal. El guion nos permite ver que no solo importa lo que le pase a nuestros protagonistas; también importa lo que le pase a la gente que los rodea, al ecosistema humano que han logrado construir tras tanto dolor.
Neil Druckmann, creador del juego y también parte clave de la serie, reforzó este enfoque al señalar que la adaptación era la oportunidad perfecta para profundizar en algo que en el juego apenas se menciona: la fragilidad de Jackson. Y es una decisión acertada. Al mostrar que ni siquiera este lugar está exento del caos, la historia gana densidad, urgencia y, sobre todo, humanidad.
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