El juego de más alto perfil del fin de semana, probablemente fue Starfield, heredero de las glorias de Skyrim y Fallout, ahora en el espacio, que promete una experiencia a la No Man’s Sky, pero con mayor presupuesto… bueno, casi. Como parte de la extensa entrevista que concedió al medio estadounidense IGN, Todd Howard, cabeza de Bethesda, reveló que, a diferencia de títulos similares, Starfield no permitirá al jugador pilotear su nave del espacio a la superficie de un planeta directamente, ni viceversa.
Paradójicamente, esa transición tan tersa supone sortear obstáculos técnicos importantes que, para Howard, no valían la pena. "Si inviertes mucho tiempo descifrando la transición, gastas mucho tiempo [en algo] que realmente no es tan importante para el jugador", explicó Howard. "Así que preferimos asegurarnos de que la experiencia fuera asombrosa sobre la superficie y cuando estás en el espacio, y que ambas realidades se vieran y se jugaran lo mejor posible".
Aunque no abordó el asunto explícitamente, queda implícito que la transición entre ambos estados vendrá acompasada por una pantalla a negros o algo por el estilo, un evento que debería ser instantáneo en consolas de novena generación como una Xbox Series X, pero que suponen interrogantes para computadoras que corran el juego en discos duros mecánicos, por ejemplo.
Starfield debutará durante el primer semestre del año próximo como exclusiva del ecosistema Xbox y en PC. Durante el Xbox & Bethesda Games Showcase del domingo, Bethesda presentó gameplay por primera vez. En él, fue posible apreciar gunplay, así como la mecánica de personalización de naves, el combate espacial y también revelaron que habrá 1,000 planetas 100% explorables dentro del juego.