Falta poco para que Sony dé su siguiente paso en su apuesta por la realidad virtual con una nueva versión de su visor, y es que han pasado más de 5 años desde que jugamos por primera vez con PS VR. A estas alturas puede asumirse que las experiencias de realidad virtual han madurado bastante y, ciertamente, nos ha tocado ver la manera en que incipientes conceptos experimentales se han convertido en experiencias mucho más robustas y cercanas a lo que podría ofrecer cualquier juego en formato convencional, pero con las ventajas de la inmersión que sólo puede lograrse con la realidad virtual.
Este sentimiento de evolución y crecimiento es lo que nos deja Moss: Book II, sucesor de un juego que llegó hace más de 4 años y que, como te adelantábamos en nuestro previo, llegó con la ambición de mejorar todo lo que logró la primera aventura de la ratoncita Quill.
En su momento, Moss acertó al ofrecer una experiencia muy cómoda y apta para los novatos en realidad virtual, al ahorrarse el malestar que pueden provocar juegos que tienen un grado más amplio de movimientos. Además de lo anterior presentó una carismática protagonista con adorables animaciones, un mundo de fantasía con una gran dirección artística y mecánicas de juego sencillas, pero funcionales.
Pese a sus valores, Moss se quedó como una experiencia sumamente corta de menos de 3 horas de duración. Al mismo tiempo, le faltó variedad en su sistema de combate, sus puzzles llegaron a pecar de sencillos y en general se sentía como una base de algo que si se trabajaba un poquito más podía ser brillante.
¿Logró la secuela de Moss llenar los huecos de la primera entrega? ¿Vale la pena? Aquí te lo vamos a decir.
El viaje más peligroso, emocionante y dramático de Quill
En la primera entrega de Moss conocimos a la pequeña ratoncita Quill, quien luego de encontrar una misteriosa gema descubre un poco de la magia que hay en Moss, el mundo de fantasía en el que habita. Sin adelantar mucho de la trama para quienes no lo han disfrutado, Quill se embarca en una aventura en búsqueda de su tío, a quien termina encontrando en un castillo tras derrotar a un dragón. Es aquí donde comienza la aventura del segundo libro de Moss, pues los peligros que amenazan este mundo están lejos de ser derrotados y en esta ocasión tendrá que reunir las gemas dispersas por todo el reino para hacer frente al origen de toda la maldad.
El relato de fantasía de Moss llega a un interesante clímax y nos deja con una premisa mucho más interesante en la secuela
Al igual que sucedió en el primer juego no eres un mero espectador en esta historia, sino que eres parte de ella. Moss se presenta como una serie de libros de cuentos en los que como leyente darás vuelta a las páginas, conocerás un poco de lo que está sucediendo y llegará un momento en el que el libro te absorba, literalmente, para ser parte de la historia. Es así que en muchos puntos de la campaña escucharás la voz de una narradora y otras veces volverás a salir del libro para hojear sus páginas e introducirte a su siguiente capítulo.
El leyente es el mejor aliado de Quill, serás una especie de gigante en este mundo miniatura que te rodea y tienes el poder de interactuar directamente, no sólo con la adorable ratoncita a quien controlas, sino también con una gran cantidad de objetos que se encuentran en el escenario. Estos poderes sobrenaturales serán necesarios para apoyar a Quill, ya sea que hagan equipo para vencer a las amenazas o que aproveches la fuerza que ella no tiene para mover objetos del escenario en la resolución de puzzles.
Sin ser mala la premisa del primer juego, la verdad es que su historia resultó demasiado simple, un viaje en una sola dirección con pocas sorpresas dignas de ser recordadas. Un primer punto a favor del segundo libro de Moss es que este relato de fantasía llega a un interesante clímax y nos deja con una premisa mucho más interesante. El lore de Moss se ha expandido dejándonos con ganas de saber más de este mundo, que en esta segunda entrega maduró de forma acertada. No te vamos a adelantar mucho, pero podemos decirte que no faltan los momentos dramáticos que, sumados a las cuidadas animaciones y el maravilloso soundtrack, quizá te hagan quitarte el visor con alguna lagrimita y un ligero dolor en el pecho.
Al igual que sucedió con el primer juego, Moss: Book II deja un pequeño hilito de dónde jalar si se decide expandir la historia en una futura secuela y, a juzgar por lo que jugamos en esta ocasión, por supuesto que tenemos muchas ganas de que un tercer juego se materialice y demos seguimiento una vez más a las aventuras de Quill.
De nueva cuenta serás el leyente y algo similar a un gigante con poderes sobrenaturales dentro del mundo de Quill
Nuevas mecánicas de juego: doble de diversión y excelente diseño de niveles
Cuando estamos ante una secuela es difícil saber hasta qué punto conviene desechar sistemas de juego del título previo y apostarle a renovar la fórmula. Bueno, pues la secuela de Moss prácticamente no desaprovecha nada del primer título, del que tenemos todas las mecánicas básicas, pero sí que creció mucho más de lo que esperábamos y nos dejó sumamente sorprendidos con lo bien ejecutadas que están sus nuevas ideas.
Las nuevas mecánicas se integran muy bien con las armas y sus ataques cargados para crear situaciones muy divertidas, ingeniosas e interesantes
Iniciemos con la estructura general del juego, pues mientras que los niveles del primer título suponían un viaje en una sola dirección, el mapa de Moss Book II se llega a sentir más bien como el hub de un metroidvania del que partes hacia distintos brazos que recorres al derecho y al revés. La aventura de Quill partirá del castillo en el que rescata a su tío, desde ahí se internará en distintas áreas del reino en cuyas profundidades encontrará nuevas mecánicas de juego con las que le es posible regresar al punto de partida. Estos niveles que se recorren al derecho y al revés son todo un acierto en temas de diseño por la creativa manera en la que se acoplan a las mecánicas que el juego va presentando y esto es un salto enorme para la serie si consideramos que en el primer título ni siquiera hubo mecánicas de juego más allá de los saltos y espadazos de la ratoncita.
Una de las primeras habilidades que distinguen a la nueva Quill es su capacidad de escalar. Nuestra heroína ahora puede aferrarse a cornisas y salientes, lo que le da un poco más de verticalidad a los niveles. Esta habilidad inmediatamente se combinará con uno de los poderes que se le otorgan al leyente en los primeros minutos de la campaña: la capacidad de hacer crecer vegetación. Con un toque del control podrás hacer rejuvenecer enredaderas secas para que Quill trepe por ellas o tender puentes de hierba en distintas direcciones, elementos que se aprovechan muy bien en el diseño de los puzles.
Después de este poder, Quill recibirá nuevas armas que, a su vez, tienen ataques cargados que pueden aprovecharse tanto en el combate como en la resolución de acertijos.
- Espada: el arma del primer juego está de regreso con mecánicas muy similares pero ejecutar un espadazo cargado le permitirá a la protagonista catapultarse en línea recta para superar acantilados en los que le sería imposible pasar con un solo salto.
- Cakrams: se trata de un par de cuchillas circulares arrojadizas que sirven para atacar a la distancia, pero que con el ataque cargado se quedarán enterradas en cualquier superficie hasta que Quill decida llamarlas de regreso, lo que permite un ataque adicional como si se tratara de un bumerán.
- Martillo: Aunque reduce un poco la movilidad de Quill por su peso, esta devastadora arma ejecuta ataques muy potentes y con bastante rango. El ataque cargado permite invocar un martillo etéreo que permanece en el sitio de la invocación hasta que el leyente lo decide, permitiendo que Quill tome otra posición al mismo tiempo. El martillo etéreo también supone la única manera de romper ciertos materiales.
Aunque no cuentan como habilidades propiamente dichas, también podemos considerar como nuevas mecánicas de juego la presencia de adversarios que no vimos en la primera parte y cuyas interacciones con el leyente también son muy bien aprovechadas en el diseño de niveles. Hay un nuevo insecto mecánico que al ser tocado por el leyente se convierte en una esfera que puede ser lanzada como si se tratara de un balín dentro de una máquina de pinball. También hay unos nuevos escarabajos cañoneros que al ser controlados por el leyente pueden disparar sus bombas exactamente a donde el jugador desea, algo de lo que se saca mucho partido en la resolución de acertijos. Estas nuevas mecánicas se integran muy bien con las armas y sus ataques cargados para crear situaciones muy divertidas, ingeniosas e interesantes en cada uno de los niveles.
Al desbloquearse estas habilidades de forma progresiva en la campaña, cada uno de los niveles incluye distintas situaciones y puzles con los que el jugador aprenderá a sacar partido de lo que va recibiendo. Es muy grato ver también la manera en la que van evolucionando los niveles, pues entre más mecánicas se van integrando, los niveles se van volviendo más complejos al combinar todo lo que has aprendido. En la recta final del juego, con los protagonistas completamente desarrollados, tenemos niveles divertidísimos y muy creativos que suman de manera muy inteligente las abundantes mecánicas que integra la secuela.
Quedamos enormemente satisfechos con los puzzles y su nivel de reto. Al igual que en el primer juego, encontrarás pergaminos coleccionables escondidos por los niveles que para ser alcanzados exigirán que el jugador sea muy observador y que descifre acertijos de un mayor nivel de complejidad. Estamos seguros de que los jugadores completistas no querrán dejar pasar ninguno de ellos.
La integración de nuevas armas, ataques cargados y enemigos que interactúan con el leyente son el mejor acierto de la secuela
Escenarios imponentes y divertidas batallas que sacan partido de la realidad virtual
Algo en lo que también maduró Moss para esta secuela fue en la escala de los escenarios. Desde los primeros minutos podemos ver imponentes paisajes que juegan mucho con una escala monumental, en los que Quill parece diminuta ante las imponentes construcciones y elementos del escenario. Es muy difícil que una imagen bidimensional le haga justicia a la manera en la que esto se experimenta en realidad virtual. Algunos escenarios son tan grandes que descubrirás cómo el juego va haciendo cambios de cámara conforme te aproximas a distintas zonas para no perder de vista a la protagonista y que puedas apreciar de mejor manera los detalles.
Las batallas contra los jefes también sacan mucho partido de la escala y de la realidad virtual, además de que gozan de la misma cualidad que ya elogiamos en el diseño de niveles: aprovechan de manera positiva el uso de las habilidades de Quill, la rotación de armas, las interacciones directas con el leyente y los ataques cargados.
Las imágenes bidimensionales no le hacen justicia a la imponente escala con la que el juego sorprende en realidad virtual
Rejugabilidad y sorpresas post-campaña
A nosotros nos tomó poco más de 6 horas completar el juego, lo que deja a Moss: Book II con una extensión del doble de su predecesor. Esta extensión puede seguirse apreciando corta, sobre todo si se compara el juego con otras propuestas de aventura y plataformas en formato convencional que pueden durar el doble o el triple, pero se siente bien para un juego de realidad virtual. La buena noticia es que de esas 6 horas nada se sintió como relleno, cada escenario fue distinto al anterior y el flujo del descubrimiento de mecánicas fue constante hasta el final.
Una ventaja con respecto al primer título es que la presencia de distintas mecánicas de juego hacen que valga la pena una segunda pasada a la campaña para ver qué dejaste en los niveles cuando todavía no recibías alguna de las mecánicas que te dan acceso a ciertas áreas. En concreto podemos confirmar que hay una sorpresa esperando a quienes se atrevan a darle la segunda vuelta al juego con todas las habilidades activas, además de la divertida cacería de todos los pergaminos para obtener el 100%.
Dar una segunda vuelta al juego tiene una sorpresa interesante para los jugadores entusiastas
Entonces, ¿Vale la pena?
Sencillamente es uno de los mejores juegos en el catálogo de PS VR
Es muy grato saber que Moss Book II es, precisamente, lo que hubiéramos esperado de una secuela de un juego cuyas propuestas eran prometedoras, pero también muy limitadas. Luego de disfrutar una campaña que duplica el tiempo de juego de su predecesor y expande enormemente las mecánicas de juego, no dejamos de pensar en que el primer título fue únicamente una base experimental de un proyecto que hasta ahora aprovechó todo su potencial.
Moss: Book II deja claro que el equipo de Polyarc es uno de los más talentosos en la creación de juegos de realidad virtual y al ver el avance que se ha demostrado del primer al segundo título no nos queda más que esperar a que la serie siga adelante con una tercera entrega que aproveche todo el potencial que descubrimos en este segundo capítulo.
Sencillamente, Moss Book II es uno de los mejores juegos en el catálogo de PS VR y uno de los juegos que se van directo a la lista de favoritos de quien escribe esta reseña. Una digna despedida para el visor de primera generación de Sony que nos deja pensando en el futuro esperanzador de los juegos de realidad virtual que puede seguir evolucionando, quizá no al punto de sustituir al formato tradicional, pero sí de aprovechar al máximo las bondades de la realidad virtual como Polyarc lo ha hecho con este juegazo. Completamente recomendable.
Moss: Book II ya se encuentra disponible en PS4 y es compatible con PS5 también. Aunque su predecesor se publicó en distintas plataformas de realidad virtual, por el momento esta secuela permanece como una exclusiva de las consolas de Sony.