El 13 de abril de 1992 el continente americano recibió The Legend of Zelda: A Link to the Past, una de las entregas más importantes no sólo de dicha franquicia o de la ya gloriosa librería del SNES, sino de la industria de los videojuegos en general. El título podrá no haber sido el pionero de su género —ese mérito siempre lo tendrá el primer Zelda—, pero no cabe duda de que lo popularizó a tan alto nivel, que hoy en día múltiples desarrolladores buscan ganar su pequeño fragmento de gloria con los llamados 'zelda-like'.
Dicho esto, ¿por qué realmente es tan popular The Legend of Zelda: A Link to the Past? Esta pregunta se respondería mejor si tú mismo jugaras el título en sus opciones actuales mas accesibles, tal y como en la creciente librería de Nintendo Switch Online. Por otro lado, nunca falta el que únicamente quiere saber un poco de historia, y eso es precisamente lo que haremos aquí, pues te contaremos algunos de los elementos que inmortalizaron este juego.
Un desafío muy bien balanceado para todo tipo de jugador
Si preguntas a los jugadores de antaño, te dirán casi seguramente que los videojuegos de antes eran mucho más difíciles, lo cual es una declaración creíble cuando vemos nombres como Battletoads, Contra o Fire Emblem.
A Link to the Past es difícil cuando necesita serlo
The Legend of Zelda también posee varios de sus títulos más complicados en sus entregas más antiguas, pues no contábamos con los famosos ajustes de quality of life que hoy nos hacen la vida más fácil, como un mapa para no perdernos. Sin embargo, y pese a que era solamente el tercer título de la saga, A Link to the Past logró romper la barrera de dificultad con desafíos profundos pero no tediosos, todo sin quitar la rutina de mantener al jugador pensando e intentando mejorar su destreza.
Esta idea se ve igualmente reflejada en los jefes, un elemente clave dentro de todos los títulos de la saga. A Link to the Past está lejos de presentar a los enemigos más conflictivos que hemos visto, pero ese es precisamente su encanto. A Link to the Past cuenta con batallas emocionantes que, a pesar de tener patrones fácilmente predecibles tras algunos intentos, nunca dejan de pedir toda la atención y agilidad del jugador, recompensándolo con una grata sensación tras cada victoria.
Explorar el Mundo Oscuro y ver Hyrule con otros ojos
Armado hasta los dientes, sí, pero el Mundo Oscuro es otra historia
Los paisajes que visitamos en cada título de The Legend of Zelda también son de suma importancia para el jugador, pues junto con la historia de cada entrega, los escenarios son el pilar más importante para brindar la sensación de aventura y fantasía cada vez que decidimos visitar Hyrule. A Link to the Past marcó una enorme diferencia en su época con la introducción del Mundo Oscuro, una versión alterna y maligna de sus tierras.
Lo impresionante de A Link to the Past en este apartado no es meramente esta versión alterna, sino el momento en que nos la introduce; el jugador ya tenía conocimiento previo de las zonas explorables al grado de casi memorizar cada esquina, pero el Mundo Oscuro llega con un giro de 180 grados y nos pide aventurarnos nuevamente desde el comienzo. Similar a lo que hoy sería un New Game+, el Mundo Oscuro es recordado con cariño por aplicar efectivamente una rejugabilidad divertida, dramática, y misteriosa, ¡sin mencionar el clásico tema musical que lo acompaña!
Gadgets y armas que te hacen sentir poderoso
Similar a lo hecho por Metroid en sus respectivas entregas paralelas, The Legend of Zelda ofrecía progresión al estilo de un RPG haciendo uso de los diversos objetos que encontramos en bosques, cavernas, castillos y más. Nuestro protagonista crecía entonces no sólo a través de la historia, sino con cada objeto que hallaba mientras exploraba, abriendo paso a lugares previamente imposibles de alcanzar, o combatiendo contra enemigos difíciles de derrotar.
La progresión fue la clave del éxito en este Zelda
Un encanto de A Link to the Past fue, similar a otras entregas de la saga, que cada objeto se sentía útil en la respectiva circunstancia que ameritaba su uso, e incluso permitía al jugador experimentar las capacidades de cada objeto para descubrir nuevos trucos o posibilidades, algo que también le dio su merecido elogio a Breath of the Wild.
Otros objetos, sin embargo, recompensaban nuestro tiempo y esfuerzo adicional con mayores facilidades que no rompían la dificultad del juego en su totalidad, yendo desde los clásicos fragmentos de corazones, hasta las clásicas Botas de Pegaso que nos permitían prácticamente volar a través de Hyrule, eliminando total o parcialmente el tedioso backtracking presente en el juego.
La historia y música en The Legend of Zelda: A Link to the Past
Desde el opening sabes que algo mágico está por suceder
Aunque sea algo que sobra mencionar, The Legend of Zelda: A Link to the Past presenta uno de los mejores soundtracks en la larga historia de la franquicia, y hablando de historia, su trama es no sólo fácil de comprender, sino entretenida cuando necesita serlo, y seria cuando la situación lo amerita.
Historia entretenida y fácil de comprender
No tenemos casos oscuros al nivel de Majora's Mask, pero A Link to the Past no necesita llegar a estos extremos, pues su balance es su fortaleza más grande. El juego entrega al jugador lo que él espera, pero no lo hace en el momento más obvio, y esta afirmación también aplica para su música, sorprendiéndonos al momento de una ejecución tranquila tanto como la llegada de una tonada fuerte y dramática.
En conclusión, hace 30 años América disfrutó uno de los videojuegos más emblemáticos de todos los tiempos, y la creación de Shigeru Miyamoto escaló a un peldaño que será recordado hoy y siempre. No nos queda sino esperar por más sorpresas dentro de la saga, y ahora que la próxima entrega está a unos meses de llegar a nosotros, resta preguntarnos si The Legend of Zelda: A Link to the Past volverá algún día como remake, o si Nintendo jamás debería tocarlo de nuevo.